Olga Sebastián: “El voluntariado me ha abierto una posibilidad de seguir en el baloncesto de una manera diferente”

Olga Sebastián: “El voluntariado me ha abierto una posibilidad de seguir en el baloncesto de una manera diferente”

Olga Sebastian podría escribir un manual sobre participación en eventos deportivos sin la necesidad de competir, entrenar o dirigir. Esta bilbaína de 55 años es todo un ejemplo de cómo permanecer cerca del deporte en grandes eventos deportivos desde la figura del voluntariado. Esa pasión y esas ganas de colaboración la han llevado desde las Fases Finales de Bizkaia a los Juegos Olímpicos de Río pasando por la Copa del Rey. De hecho, en el momento de atender a esta entrevista Olga está haciendo las maletas para viajar a Londres. Allí realizará una entrevista para participar como voluntaria en Campeonato del Mundo de atletismo del próximo verano.

¿Desde cuándo tuvo contacto con el baloncesto?

Desde que empecé a jugar con doce años en el Colegio Alemán, que fue de donde salió posteriormente el Kaixo femenino. Después del colegio, entre los estudios y otras circunstancias terminé por dejarlo. Además, mi aita, se involucró mucho también en el baloncesto y de hecho fue Secretario de la Federación de Bizkaia -Txomin Sebastián Zuazo-. Posteriormente mi relación con el baloncesto quedó resumida a los fines de semana en los que iba a ver partidos del Patronato o del Padura en Arrigorriaga. Todo esto básicamente porque mi aita estaba muy metido en la Federación. Más tarde, retomé el baloncesto cuando mi hija con catorce años me dijo que quería jugar.

¿Qué lugar ocupa el baloncesto en su vida?

Un lugar muy importante porque básicamente mis fines de semana giran en torno a ese deporte. Si hay partido en Miribilla, yo no salgo de Bilbao. Siguiendo al Bilbao Basket además he ido fuera. Estuve en Berlín contra el Alba, que ganamos. También estuve en Fuenlabrada… me muevo un poco para ver los partidos del Bilbao Basket fuera de casa.

¿Después de tantos años de travesía por el desierto se agradece que Bilbao Basket esté ahí año sí y año también?

Claro. Aquí hay muchísima afición al baloncesto pese a que parezca que el fútbol se lo lleva todo. En Bizkaia hay muchísima afición y muchísimos equipos. Hay seguimiento a ACB y también a otras competiciones como el baloncesto en silla de ruedas, que también suelo ir a ver.

¿El voluntariado es su forma de participar en el baloncesto una vez que ya no es jugadora?

Sí. Me ha abierto una posibilidad de seguir en el mundo del baloncesto de una manera diferente. Una posibilidad que además no conocía en absoluto. Y es una experiencia enriquecedora. Es ver eventos deportivos desde otra perspectiva y además te cambia un poco el chip. A lo largo de este proceso de involucrarme en el voluntariado he cambiado mi opinión sobre los árbitros y a día de hoy soy menos crítica con su trabajo ya que he conocido a muchos árbitros. Por otra parte, mi corazón cada vez está más partido con otros equipos. Ya no soy tan solo fan del Bilbao Basket.

¿El roce hace el cariño?

He hecho muchos amigos del Gran Canaria que he ido haciendo cuando he trabajado como voluntaria y para mí son mi segundo equipo. Al menos hasta esta última Copa en la que he tenido la fortuna de acompañar al Valencia Basket como acompañante de equipo. Y bueno, se han llevado un trocito de mi corazón porque me han tratado muy bien y me han invitado a un partido en Vitoria.

¿En baloncesto, cuáles son las labores que se pueden desempeñar como voluntaria?

Existen bastantes puestos. Están los puestos de competición que para mí, aunque no los he probado, probablemente me parecen los más entretenidos. Está luego el acompañante de equipo, que es el puesto que todo el mundo quiere pero que yo realmente me he dado cuenta que es el más solitario de todos. Porque al final estás dependiendo del equipo y apenas tienes opciones de relacionarte con el resto de compañeras voluntarias. Luego está comunicación, que son todos los que reparten estadísticas o que hacen entrevistas pre partido y post partido. En la Copa tienes el evento de mini Copa y ahí existe un grupo de voluntarios que se dedican a seguir la mini Copa, y todo lo que conlleva. Y luego está la fanzone. Además, recuerdo logística, acomodación, publicidad y estadística.

¿Cuál es el que más le gusta?

Yo he probado comunicación, acompañante de equipo y fanzone. Y los que más me gustan son aquellos puestos en los que estás más en contacto con la gente y con tus otros compañeros de voluntariado. Ese contacto es lo que más te puede enriquecer. Al final, como acompañante de equipo solo estás con el equipo.

¿Todo el mundo sabe a lo que va cuando se presenta como voluntario?

Mucha gente cuando les ofrecen puestos que no les gustan, sin conocerlo, rechazan ir a los voluntariados. Y eso es una verdadera pena porque se pierden una oportunidad. La gente cuando se apunta como voluntario, por ejemplo, a una Copa del Rey de baloncesto, va con la idea de ver los partidos gratis. Pero al final tienes que darte cuenta de que ese no es el objetivo de apuntarte como voluntaria a organizar una Copa del Rey. Es importante transmitir que cuando te eligen para un evento de estos, si te comprometes, es para cumplir, no vale abandonar porque no te gusta lo que te ha tocado.

¿Cuando alguien asiste de voluntario a un evento deportivo qué aspectos tiene cubiertos en lo económico?

Las comidas que procedan durante los turnos de trabajo y la ropa que necesites. Nada más. En algunas ocasiones el transporte. Los viajes como la estancia corre por tu cuenta, sea donde sea. Por eso yo prefiero hacer voluntariados en Bilbao o cerca de Bilbao. Aunque en el caso del baloncesto, como me gusta mucho, he accedido a ir a Canarias.

¿Podría enumerar los eventos relacionados con el baloncesto en los que ha estado presente como voluntaria?

He asistido a las últimas tres Copas del Rey y a las dos últimas Supercopas, también en MiniCopas y Fases Finales de Bizkaia.

Además, estuvo en los Juegos Olímpicos de Río.

Sí, y tuvo sus cosas buenas y sus cosas malas. Lo malo fue que estuve en Tiro Olímpico en una sede muy alejada de todo. Es un deporte que no me gusta. La primera semana fue realmente dura porque estaba muy alejada del centro y totalmente incomunicada del resto de compañeras voluntarias de la península. Pero posteriormente me cambié de alojamiento y trasladé muy cerca del centro y de la playa de Copacabana y la experiencia cambió radicalmente. Así que finalmente fue una experiencia valiosísima. Al final, además de lo que me tocó en mi sede, que fue Tiro Olímpico, tuve la oportunidad de ver baloncesto, tenis, balonmano, bádminton y todo lo que he podido.

Habitual colaboradora en los actos de la Federación Bizkaiana de Balonesto, ¿tiene en el horizonte el Campeonato de España Junior Masculino que se celebrará en Bilbao?

Por supuesto. Lo tengo ahí, marcado en el calendario, ya. Lo tengo claro, si cuentan conmigo claro que sí. Un campeonato de baloncesto que se celebra en Bilbao, no se me ocurre mejor manera de participar como voluntaria en un evento relacionado con el baloncesto si lo tienes en tu casa.

¿El baloncesto sigue presente en su saga familiar?

Sí. Mi hija jugó a baloncesto y ahora es entrenadora en el Colegio Alemán y, además, colabora con arbitrajes. Y todavía voy con aita a Miribilla de vez en cuando a ver al Bilbao Basket.

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