BIZKAINOS EN EL EXTRANJERO: Ander Isuskiza y su proyecto BASKEROSENO, una ventana al futuro

BIZKAINOS EN EL EXTRANJERO: Ander Isuskiza y su proyecto BASKEROSENO, una ventana al futuro

Formado en el colegio Escolapios, Ander Isuskiza comenzó pronto a interesarse y apasionarse por el baloncesto. Como era costumbre en el patio del colegio de Moyua, entrenar, acudir como público a los partidos de otros equipos, arbitrar y jugar en los descansos era casi una obligación para él y sus compañeros. La transición natural llevó al bilbaíno a los banquillos y, tras trasladarse a Cataluña, la ausencia de tiempo le obligó a canalizar su pasión por otros medios. Nacería entonces Baskeroseno, un ‘nick’ especial en Twitter que da nombre a un proyecto que no hace más que mirar al futuro. ‘Baloncesto puro y duro’ es el lema que reza su página web, repleta de análisis tácticos, audiovisuales y estadísticos que han hecho de esta ventana un ‘must’ para los amantes del deporte. Descubrimos a Ander Isuskiza y su proyecto Baskeroseno, precursor de la estadística avanzada con raíces bizkainas.

¿Cómo comenzó tu idilio con el baloncesto?

Actualmente vivo en Tarragona, pero procedo de Bilbao y comencé en el colegio Escolapios. Soy del año 85, así que empezaría en el 93 o en el 94. En aquellos momentos había grandes generaciones de jugadores, y recuerdo que además entraba una nueva generación de entrenadores que también habían sido conocidos como jugadores, y los ejemplos eran Iñaki De los Bueys, Joseba Ranero, Emilio Ayarza, Nacho Castañeda… En la sección femenina también había nombres conocidos como Alberto Ibeas, Leire Ibeas, Irune Bilbao y otros que también hicieron un gran trabajo. Lógicamente éramos un equipo de patio de colegio formado por los amigos que desde mini íbamos subiendo… Era un club de cantera y muy familiar y todos continuábamos en cada categoría.

¿Qué recuerdos guardas de esos primeros años en el colegio de Escolapios?

Mis primeros recuerdos son de salir de clase y quedarme en el patio jugando, en vez de volver  a casa. Me gustaba el fútbol pero el baloncesto era lo que más me llamaba la atención. Creo que además también me convenció mucho el hecho de ir los sábados al colegio y ver a aquellos equipos junior o senior que lo hacían bastante bien y deseaba imitarles. Por ello, muchos jugadores nos decidíamos por quedarnos allí de entrenadores, perpetuando un poco la especie… (risas). Básicamente, si jugabas a las 12:30 llegabas antes, sobre las 9:30, y pitabas algún partido. Así empezamos los que hemos sido entrenadores y otros que por ejemplo se han dedicado al arbitraje como Sergio Manuel o Iñigo Yarza. Siempre hacíamos también la reclamación de que necesitábamos un pabellón, porque lo veíamos en otros equipos y daba calidad de entrenamiento y juego. Pero, a la vez, el hecho de tener el patio facilitaba mucho que todos nos conociésemos, poder ver muchos partidos, jugar en los descansos…

Te sedujeron después los banquillos…

Sí, empezamos con dieciséis años, creo, entrenando un mini con Iñigo Yarza que quedó campeón de Bizkaia. Después fuimos creciendo y yo acabé llevando el senior. Más tarde me vine ya para Cataluña, aquí al lado de Tarragona, y entrené a unos sub21 que jugaban también contra los mejores equipos de la comunidad. Esto me posibilitó conocer otro entorno y una filosofía distinta, siendo conscientes de que si trabajas en condiciones van a llegar otros clubs que van a fichar a tus jugadores, ya que yo venía de un modelo de club en el que parecía que los jugadores iban a estar siempre ahí. Actualmente, entre familia y otros quehaceres, he dejado de entrenar porque no tengo la suficiente disponibilidad como para atenerme a horarios rígidos, y he canalizado mi pasión por la parte de Baskeroseno, que me permite horarios más flexibles.

¿Cómo comienza el proyecto y cuál es la procedencia del nombre Baskeroseno?

Comencé con ello allá por 2017 principalmente porque por el tema de los horarios no podía estar en el día a día de entrenamientos y partidos. Buscaba la manera de canalizar mi interés por el baloncesto a partir de estadísticas, táctica y scouting y me di cuenta que hay una comunidad bastante grande en Twitter, donde además puedes acceder de manera relativamente sencilla a los referentes e interactuar con otros entrenadores. El nombre nace de la mezcla de ‘basketball’ y ‘queroseno’, porque volviendo a mi etapa de jugador, hubo un entrenador que un día dijo, hablando de mí, lo siguiente: “¿Este chaval qué desayuna? ¿cereales con queroseno?”. Yo era mucho de correr hacia arriba y hacia abajo y desde primera hora de la mañana parecía que llevaba buen combustible… (risas) Con lo que el nombre une de alguna manera mi pasado con el futuro, que está basado en el progresivo uso de las estadísticas y la nueva creación de contenidos audiovisuales. Quería que representase algo y que me ayudase a unir las dos etapas de haber sido jugador, cuando incluso llegué a ir con la selección de Euskadi, y del futuro ya con todas las cosas que están por venir.

¿A qué os dedicáis en la actualidad?

Al principio me centré en el aspecto de la estadística avanzada, porque veía que en la NBA y Estados Unidos estaba ya muy asentado y asimilado, tanto por equipos como por periodistas y aficionados. Aquí no acababa de entrar, aunque comenzaba a haber algunas cosas, como el diccionario de estadística que montó Andrés Monje. Es cierto que poco a poco se iba introduciendo pero mi opinión era que había margen para mucho más. Entonces empecé con un amigo que trabaja como analista de datos y está especializado en visualización a compartir algunos gráficos, tampoco con la expectativa de que fuese nuestro modo de vida. Pero sí pensábamos que se podían hacer cosas distintas y a partir de ahí fuimos creciendo.

El hecho de que yo también haya trabajado en el mundo del marketing como creador de contenidos en diferentes ámbitos también ayudó, porque me parecía muy lógico aportar mi faceta laboral a algo que me interesaba mucho como es el baloncesto. Ya lo hice con Snooker, el billar de Eurosport con el que estuve unos años, y quería llevar ese mismo concepto con más profundidad y amplitud al baloncesto.

No sé si actualmente la rentabilidad es suficiente como para haber hecho de esto tu único trabajo…

Voy combinando. Depende también de las épocas, porque ahora hemos tenido un año difícil en el que las empresas y los clientes han ido bajando. La idea de montar un patreon (https://www.patreon.com/baskeroseno), que es la plataforma que comenzamos en junio de 2020, ha sido un avance importante. Además, este es el tercer año en el que estoy como profesor en los cursos de entrenador de Kirolene, como experto en el análisis de datos después de que Iñigo Furundarena hablase conmigo porque estaban interesados en hacer una introducción de estos conceptos. Con el paso del tiempo se ha visto que ya está a la orden del día, y hay muchos equipos del baloncesto europeo que ya tienen un analista que se dedica únicamente al tratamiento de los datos (Obradoiro, Alba Berlín…) Creo que poco a poco se seguirá la estela de la NBA, y creo que una forma de que todos los entrenadores, directores deportivos y aficionados lo vayan asimilando es la creación de contenido que estoy haciendo a través del patreon. Mi objetivo es que los números no se queden en simples números, y que seamos capaces de ver que existe una incidencia y que se puede sacar partido de su uso. Es otra herramienta más equiparable al vídeo, psicología o la nutrición, de las que ya nadie duda.

El hecho de que la plataforma contenga contenido de pago es una mera justificación para poder dedicarle más tiempo y profundidad a lo que hago. Si soy capaz de conseguir una determinada cantidad económica, podré dedicarle más horas y por ende hacer mejores contenidos. Hicimos por ejemplo junto con Marc Castillo una guía de la Copa del Rey analizando todos los equipos en liza enfocado a su táctica. Con diez minutos de vídeo de cada equipo podías aprender y hacerte a la idea de qué partido ibas a ver a continuación. Y creo que todos estos contenidos ayudan a todo tipo de entrenadores a mejorar, sean de la categoría que sean. Por otro lado, en el ámbito de la formación hemos hecho varias colaboraciones con muchos centros con la Universidad de Mondragón, por ejemplo, o el curso de Sports Data, centro adscrito a la UCAM de Murcia. Porque, de momento, trabajar para los clubes directamente es complicado por las complicaciones económicas que están sufriendo esta temporada…

Todos los analistas auguráis un gran futuro para vuestra profesión con la instauración del uso de los datos en los equipos europeos.

Tenemos el ejemplo de la NBA, donde ya cada franquicia tiene su propio equipo de análisis de datos con diferentes perfiles incluso. También tenemos el fútbol, donde hay mayor capacidad económica para contratar este tipo de recursos, y hay ejemplos como el Sevilla, con Monchi, pero llega incluso hasta la 2ªB. Yo creo que es cuestión de tiempo que se traspase al baloncesto europeo por los contactos que hemos podido tener con distintos clubes del mercado. Ellos son conscientes ya de su utilidad, pero a la hora de invertir se complica. Y los datos se utilizan ya en la mayoría de las empresas, fundamentalmente con todo lo que se ofrece en Internet. Quizás hemos llegado algo pronto pero creo que en un futuro va a llegar el momento. Creo que además podemos ayudar mucho en la faceta de la dirección deportiva, con el cometido de encontrar determinados perfiles de jugadores a la hora de confeccionar plantillas. Somos capaces de encontrar jugadores jóvenes con proyección en determinadas facetas del juego u otros que están en ligas lejos del foco a partir de métricas más especializadas y avanzadas que las estadísticas típicas. Utilizamos las bases de datos especializadas como Synergy o Instat, y filtramos todo y preparamos las conclusiones para que cuando llegue el trabajo a los equipos esté ‘a limpio’.

Hay que tener claro también que el tratamiento y uso de la estadística avanzada no es de uso exclusivo del baloncesto élite, sino que podemos aplicarlo a la formación en nuestro día a día con distintos métodos y procedimientos.

Los datos se pueden utilizar en cualquier categoría, lo que pasa es que la intención es distinta en un entrenador de ACB y en uno de minibasket. Si lo que buscas es formar a un jugador o, por ejemplo, que el equipo juegue más rápido, tú puedes medir los contraataques que sacas, los botes que das… En defensa, puedes medir los tiros punteados también, por ejemplo. No es estrictamente necesario entrar a combinaciones de quintetos y situaciones tácticas concretas para sacar cuatro puntos más que el rival por la necesidad de lograr un objetivo, sino encontrar maneras de mejorar cosas que nos cuestan en nuestros equipos. Detectar qué nos está fallando realmente, entrenarlo, y luego medir si hemos mejorado en la implantación de nuestros objetivos. Simplemente es más complicado porque no tienes una base de datos que realiza ya filtros sobre todo y los tienes que tomar tú. Es posible también que no tengamos staff para invertir tiempo y trabajo en ello. Pero es un campo que es muy amplio y que se puede hacer en todas las categorías.

¿Cómo podemos ponernos en contacto con vosotros?

A través de interacción en nuestras redes sociales o enviando un correo electrónico a info@baskeroseno.com.

Iñigo Núñez

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