[box]Tras disfrutar de varias experiencias deportivas como entrenador en ámbito nacional e internacional, el coach bilbaíno Adrián Yáñez decidió hace dos temporadas volver a casa en busca de estabilidad. No obstante, en mitad de su descanso se cruzó el reto del Bidaideak BSR, que lo atraparía definitivamente para volver a poner toda su pasión en un reto ilusionante. El estreno llegó el pasado sábado, cuando Txurdinaga albergó el pasado sábado el debut victorioso del Bidaideak por 73-70 ante un gran equipo como es el Amiab Albacete. Charlamos con Yáñez de su decisión personal en torno al cambio de disciplina y del objetivo del equipo y proyecto del Bidaideak.[/box]
Adrián, os estrenasteis el pasado sábado en Txurdinaga venciendo al Amiab Albacete por 73-70. El conjunto manchego dispone de un gran presupuesto y grandes expectativas, con lo que el arranque se antoja inmejorable. ¿Cómo lo valoras?
Era muy importante comenzar con buen pie y sabíamos que empezábamos con un calendario complicado. Nos visitaba Albacete, un equipo que ha incorporado a su dinámica jugadores nacionales contrastados y con expectativas en el ámbito nacional e internacional. Sabíamos que sería complicado y así fue; el equipo entró muy serio atrás y lo que habíamos preparado en el apartado ofensivo dio sus frutos. Fue muy importante para mí debutar con victoria. Tenemos que tener en cuenta que competimos en probablemente la mejor liga del mundo de baloncesto en silla de ruedas, con equipos con presupuestos muy importantes.
Recuperar la sensación de contar con público en las gradas sería gratificante…
Sí. Subrayamos las medidas restrictivas impuestas limitaron el acceso a 150 personas, pero contamos con la mejor afición de la liga, con las peñas y mucha gente que quiso acompañarnos el primer día. Ojalá podamos contar pronto con más gente, ya que este deporte engancha.
Echando un vistazo a la plantilla podemos apreciar que se mantiene el bloque nacional que constituye la columna vertebral del equipo, con la introducción de dos piezas de gran calidad y jugadores cedidos que están de vuelta al equipo. ¿Estás satisfecho con la plantilla que habéis logrado confeccionar? ¿Cómo definirías y cuál es el perfil del roster?
La verdad que el trabajo en los despachos ha sido muy bueno. Incorporamos a Jhon, internacional por Colombia y a Jordi, internacional también por España, lo que nos aporta un salto cualitativo. Somos un equipo, quizás, más polivalente que el año pasado. Los siete jugadores del año pasado siguen con nosotros y recuperamos a los jugadores cedidos del Bera Bera además de los dos fichajes que nos permiten cubrir dos bajas muy importantes que hemos tenido.
Tenemos varios focos de anotación y nos da para diseñar varios quintetos con características muy distintas. Tenemos jugadores perimetrales de élite europea, e interiores contrastados. Siempre apoyados por los jóvenes de la casa que trabajan y que le dan consistencia al conjunto.
¿Qué estilo de juego vais a tratar de realizar esta temporada?
La verdad que lo copio del baloncesto convencional. Siempre me ha gustado que mis equipos estén serios atrás y que ofensivamente no estén encorsetados en sistemas. Creo que es lo que más hace disfrutar al jugador y también al cuerpo técnico. Queremos hacer un baloncesto atractivo, independientemente del acierto, con mucho ritmo e intensidad. Vamos a intentar que los que vengan a Txurdinaga se divierta, siempre desde el trabajo atrás y la flexibilidad en ataque.
El proyecto de Bidaideak BSR se ha asentado y confirmado como un proyecto de gran entidad y ambición, con eventos como la organización de la Champions League hace dos temporadas en Bilbao. ¿Cuál es la dirección del club a medio plazo?
A mí me hace ilusión porque vengo de estar en la grada y disfrutar desde fuera. Siempre me dio la sensación de que se trataba de una familia y es una de las características más destacables. La gente que trabaja es muy cercana y agradable y esa es la identidad que tenemos que mantener y trabajar. Cierto es también que el trabajo de Esteban siempre ha sido mantener al equipo arriba y seguir ganando y no es nada fácil. El club tiene las miras de ser ambicioso con los pies en el suelo, compitiendo contra conjuntos con presupuestos superiores.
¿Qué objetivo se ha fijado en consonancia con Esteban Núñez, tu predecesor en el cargo y actual director deportivo de la entidad?
Lo primero y más importante es que podamos acabar con la competición. Ahora mismo la situación tiene mala pinta pero es lo que queremos. Esteban y yo siempre hemos hablado de ser competitivos en cada partido, y no nos parece nada fácil. El equipo tiene una gran plantilla para optar a puestos nobles, pero somos perfectamente conscientes de que podemos perder en cualquier campo si no hacemos las cosas en condiciones. No tenemos el talento de otros pero tenemos que ser ambiciosos y hacer bien las cosas, aunque la competición después dirá. Si hablamos de clasificación, creo que el equipo tiene que pelear por estar entre los cuatro primeros en todas las competiciones.
La Copa del Rey, por otra parte, es un torneo que genera especial ilusión en todos nosotros. El cambio de las normas ha propiciado que pase a junio y queremos estar y llegar lo más alto posible.
En cuanto a la competición europea, las federaciones aún se encuentran discutiendo cuál será el formato de competición conjugando muchos intereses distintos.
A nivel personal… ¿cómo te planteaste la opción de incorporarte al Bidaideak? ¿Te costó tomar la decisión?
Tras las experiencias que tuve fuera de casa, y a pesar de que los resultados acompañasen, decidí volver a casa y buscar la estabilidad económica y personal. Decidí dejar de lado el deporte profesional y no me motivaban los diferentes retos que me surgían en ese momento. Empecé a seguir con asiduidad al Bidaideak y en abril recibí la llamada del club con gran sorpresa. La verdad que la entidad depositó toda la confianza en mí y se cerró todo rapidísimo, ya que yo estaba muy convencido que entrar.
¿Has precisado de una gran preparación para adaptarte al cambio de la disciplina?
Este verano he visto muchos vídeos y clínics y he tratado de conocer a los jugadores más importantes de la liga. No ha sido fácil pero la ventaja es que la liga es corta y tampoco cambian mucho las plantillas. El cambio ha propiciado que salga de mi zona de confort, y la plantilla me ha ayudado mucho a prepararme y cometer errores que me hacen aprender. Yo soy muy pasional en lo que hago y me gusta mucho la gestión de grupos. Me atraía también la cuestión táctica, con elementos tácticos muy diferentes. Es por ello que, por ejemplo, no existe la puerta atrás como tal, es complejo que se rompa mucho en 1c1. Se aprende mucho desde el error y trato de transmitir eso a los jugadores también, ya que a mí también me pasa en los entrenamientos. Además, el tema de la clasificación funcional también genera quebraderos de cabeza a la hora de componer los quintetos y estructurar el equipo.
Son dos meses ya al frente del equipo. ¿Cuál es el principal cambio que te has encontrado? ¿Te ha sorprendido alguna situación de tu nuevo cargo?
Me ha sorprendido mucho el aspecto organizativo y la bienvenida que se me ha dado como novato en la disciplina. Me han tratado muy bien allá donde he ido y todos han tratado de ayudarme. Ese trato es sencillo y cercano y me ha sorprendido para bien. Es un salto que se reduce y estar todo el día con deportistas que son profesionales es una experiencia fantástica también.