(FOTO: Julia Martínez) Abrimos la sección «Bizkainos por el mundo» donde una vez al mes entrevistaremos a bizkainas y bizkainos que en sus tareas de técnicos, entrenadores, árbitros o cualquier otro estamento se encuentren fuera de nuestro territorio histórico relacionados con el mundo del basket. Comenzamos con Borja Mendia.
Tras ser hombre de negro durante 4 años, Borja Mendia decidía este verano emprender una experiencia nueva y cambiar el negro de Miribilla por el amarillo madrileño del Real Canoe en LEB Oro. Producto de la cantera del Loiola Indautxu, el bilbaíno, como es lógico, echa de menos su amada ciudad de procedencia. Ahora vive en Madrid, lejos de familia y amigos, y tiene que afrontar los problemas de una manera diferente a lo conocido hasta la fecha. Eso le ha hecho crecer y madurar a nivel personal y se encuentra muy cómodo dentro de un vestuario con trazas jóvenes y nacionales. Atrás queda un año complicado en Bilbao para coger con más ilusión que nunca su vuelta al ruedo, después de ser operado recientemente de la mano. En el horizonte, la misión evidente entre ceja y ceja de lograr una permanencia de tintes casi heroícos por las dificultades económicas y estructurales del club en el que milita. Hablamos, en su proceso de recuperación, con el bilbaíno Borja Mendia.
Lo primero, ¿qué tal llevas la lesión?
La lesión va mejor. Me operé el pasado jueves y en principio son entre 4 y 7 semanas de recuperación, pero parece ser que la operación ha ido muy bien, el hueso ha quedado bien y las sensaciones son buenas, con lo que tengo esperanza de volver antes, en un plazo de entre 3 y 4 semanas.
¿Cómo te estabas encontrando hasta la lesión?
Independientemente de los números, estaba contento con mi trabajo aquí. Sabía que salía de Bilbao para salir de la zona de confort y vivir cosas diferentes como afrontar la temporada y los problemas desde una perspectiva diferente a la que he vivido estos años estando en mi casa. A nivel deportivo, aunque personalmente no me estaban saliendo todas las cosas bien, el equipo está logrando las cosas poco a poco y eso es bueno para todos. Esperemos seguir así.
Canoe es un club que ha cosechado dos ascensos en dos años… ¿cómo les ves a nivel estructural?
No sólo lleva 2 ascensos en 2 años, sino 3 en 4. Entonces se nota que es un club amateur, que se centra más en otros deportes como el waterpolo, o la natación…. Pero se está adaptando a lo que tiene. Ha conseguido el objetivo de subir a LEB Oro y tiene ganas de competir con lo que hay. En Madrid se echaba de menos la categoría y ellos se han comprometido con un proyecto, el de formar la base en jugadores jóvenes nacionales, que a mí personalmente me gusta. Con todo lo que conlleva la infraestructura, vestuarios antiguos, sólo una cancha… Las cosas son así y el club quiere empezar a crecer a partir de esta temporada.
Has pasado de Miribilla al Pez Volador, un cambio radical. ¿Cuál es tu valoración de la experiencia a nivel general?
En general, la experiencia es buena. Tienes que aprender a afrontar los problemas de otra manera. Yo había probado la cara A de la vida del deportista, en el club de mis amores y viviendo en mi casa con el apoyo de familia, pareja y amigos. De esa manera, los problemas parecen menos problemas. Ahora estoy en la cara B; lo más normal de un deportista es que tenga que salir fuera de casa para dedicarse a su profesión, ya no sólo en el deporte del baloncesto. Una vez que estás fuera de casa los problemas se hacen más grandes, porque no tienes a tu gente. Sin embargo, es una forma de crecimiento personal y en ese aspecto estoy muy contento.
Estás compartiendo pista con un viejo conocido como Dani de la Rúa… ¿qué tal la relación con él?
Dani es más un amigo que un compañero. Hicimos muy buena relación cuando él estuvo aquí en Bilbao con Zornotza a pesar de no compartir muchas horas de entrenamiento. Desde el primer día tuvimos una gran relación, él me pedía consejo de qué hacer y qué visitar en Bilbao y desde luego que estoy muy contento de estar con él. El baloncesto dura lo que dura y pero las relaciones se mantienen y eso es uno de los aspectos positivos también. En ese sentido, él me está devolviendo la acogida que le brindé yo en Bilbao ahora.
Tenéis en vuestras filas al MVP Tyson Pérez. ¿Cómo es jugar con él y qué proyección le vislumbras?
‘Ty’ es uno de los mejores jugadores de la categoría, por no decir el mejor. No sólo por lo que viene demostrando sino por lo joven que es y la proyección que tiene. Evidentemente, tiene carencias de jugador joven y muchos detalles por pulir, pero el talento, la facilidad para anotar y su capacidad atlética le hacen ser un jugador que marca la diferencia. Estoy seguro de que va a triunfar, ya que él tiene ganas de trabajar y seguir creciendo y eso hace que por el momento no tenga techo.
¿Cuál es vuestro objetivo este año?
La permanencia sin duda alguna. Económicamente somos el segundo presupuesto más bajo y bajan tres equipos… Más allá, también está el hecho de la apuesta por jugadores nacionales, que no es habitual en la categoría. En nuestra liga, sólo Granada y nosotros hemos apostado por jugadores nacionales. Es bonito de ver aunque también constituye un hándicap más y es agradable para demostrar que el baloncesto español está muy vivo. No obstante, también es un déficit ya que hay grandes jugadores europeos y estadounidenses que quieren probarse en estas ligas y tienen mucho talento y acaban demostrando lo que valen. Todo lo que nos falta en el plano de talento tenemos que suplirlo con trabajo. A partir de ahí, hemos demostrado que podemos plantar cara a muchísimos equipos e incluso ganarles e intentamos hacer de nuestra casa un fortín. A poder ser, lo idóneo sería sellar la permanencia antes para pasar un final de campaña más tranquilo.
Desde una perspectiva personal, ¿qué meta te habías fijado al principio de temporada?
No tenía ningún objetivo principal, porque era una experiencia nueva. Insisto, salir de la zona de confort, vivir los problemas y la vida de una manera diferente a la que estaba acostumbrado y disfrutar. Estaba siendo un año difícil en Bilbao el pasado y tenía ganas de hacer algo distinto. Más allá de jugar más o menos minutos, sentirme bien, valorado, a gusto… Y aquí, por el grupo que somos (es más sencillo al ser nacionales) estoy contentísimo. Quería disfrutar y aportar todo lo que pudiese en todos los aspectos del juego personalmente. Conocer Madrid, que es una ciudad con muchos sitios donde aprender y deportivamente jugar al 3 en vez de al 4 también era una motivación que me seducía.
¿Qué opinas de la LEB Oro de este año?
La LEB Oro es todos los años una competición muy diferente a la ACB y a la LEB Plata. Es cierto que PLATA ha cambiado el formato y eso hace la liga más atractiva pero la LEB Oro es una liga muy muy loca. Da igual quién seas, los jugadores que tengas y el presupuesto con el que cuentes, ya que cualquier equipo te puede ganar. Eso se demuestra en que no hay jornada en la que no haya una sola sorpresa, un equipo que gane contra pronóstico… Hace de la liga algo muy atractivo y tiene a todos los equipos alerta. A excepción de Betis, que está en un nivel por encima de lo normal, cualquiera puede caer en cualquier compromiso.
¿Echas de menos Bilbao?
En general sí lo echo de menos. El cambio es muy grande, pasas de una ciudad donde tienes todo a tiro de piedra y aquí las distancias son mayores. Cierto es que en Madrid hay de todo lo que necesita, aunque no me resulta lo acogedor y bonito que es Bilbao. Está más masificado y choca porque todo es diferente para mí. Intento ir a Bilbao todos los fines de semana que puedo gracias a que jugamos los viernes a ver a mi familia y a mi novia, aunque sé que es corto porque pronto tengo que volver. De todas maneras repito que estoy contento.
¿Qué recuerdos te llevas de tus años en el BB en ACB?
Uno por uno es muy complicado porque han sido muchos años. Evidentemente, guardo con especial cariño el debut ya que fue un día especial, también noches de competición europea ante equipos grandes como el Bayern de Munich, la semifinal de Copa en A Coruña contra Herbalife Gran Canaria… Son quizás partidos importantes que te marcan porque son hitos también para el club. A nivel personal, haber conocido el deporte en su máxima plenitud profesional es un plus, tanto como trabaja la directiva, los médicos, utilleros, entrenadores, fisioterapeutas… Poder vivir esa estructura por dentro en un club tan especial como el Bilbao Basket para mí ha sido una ilusión añadida. Es lógico echarlo de menos junto con su afición, que es el motor más importante del club independientemente de los problemas de la entidad. Es el máximo valor que tiene y tendrá siempre.
¿Cómo ves al equipo de LEB Oro este año?
El plano económico, sólo por debajo de Betis en presupuesto, hacía presagiar que podía ser el único conjunto capaz de plantarle cara al Betis por la consecución de la liga. Sin embargo, los sevillanos tienen claro el objetivo y van por delante. Y Bilbao, que ya tenía una plantilla extraordinaria al principio de temporada, encima se ha reforzado añadiendo dos complementos muy buenos como Huertas y Demetrio. Sí que es cierto que les ha costado sacar algunos encuentros en los que partía como favorito y eso ha hecho que se aglutine la lucha por la segunda posición. Pinta bien la temporada porque el formato en el que se va a desarrollar es bonito con la final a 4 de ascenso. Ojalá Bilbao pueda albergar esa fase y regalárselo a la afición, que es la que más se lo merece.
Iñigo Núñez