Tal vez las nuevas generaciones no conozcan tanto a Javi Durango pero ha sido parte activa del baloncesto bizkaino y ha sido pieza clave en su desarrollo y mejora. Bien colaborando en todos los estamentos federativos posibles, siendo su última aportación formar parte de la Junta Electoral del proceso electoral de 2004, entre sus méritos está haber sido director del Mundial Junior Femenino que tuvo lugar en Bilbao en 1989, fue profesor de la Escuela Bizkaina de Entrenadores, ideólogo de las primeras ligas vascas en junior y en cadete, y muchos más. Polifacético por tanto en su labor en el baloncesto bizkaino, los habituales de Radio Popular le habrán disfrutado en las tertulias del deporte de la canasta.
A nivel de clubes ha estado muy vinculado a dos en concreto, el Patronato y el Colegio Vizcaya. Casi una década le dedicó a cada uno de ellos. Pero Durango también entrenó al filial del Bilbo Kutxa, filial entonces del Caja Bilbao, colaboró de manera desinteresada con aquellos que así se lo solicitaron y en la última entidad en la que compartió conocimientos fue el Getxo.
Entrenador con las ideas muy claras, desde que obtuviera su primera titulación de entrenador en 1979 hasta que obtuvo el título superior apenas pasaron 4 años.
Persona cercana y entrañable ha dejado a muchos y buenos amigos. Uno de ellos Isaac Amezaga que quiere hacer su particular despedida a la que todos nos sumamos:
Esto no se hace Aitite
Este mediodía me han dicho que ayer faltaste a la cena de despedida de tu buen amigo Rafa Pueyo y me ha extrañado. Te he llamado y no me has cogido el teléfono; te has ido sin avisar, sin despedirte, sin poder compartir contigo ese último café, diseccionando toda la actualidad de nuestro Bilbao Basket y de muchos otros temas.
Como muchos chicos y chicas de la época, me aficioné al baloncesto con el Caja Bilbao. Aunque acudía asiduamente a La Casilla, también disfrutaba y aprendía muchísimo escuchándote comentar los partidos del Caja, junto a Iñaki Duque, en Radio Popular. Han pasado casi treinta años y aún te sigo escuchando todos los martes, con la misma ilusión de entonces, curiosamente, otra vez, en tu querida Radio Popular.
Y es que poder conocerte Javi, es de lo mejor que me ha pasado. Como todos los chavales que comenzamos a entrenar, tuve la suerte de recibir tus siempre buenos consejos y de seguir algún entrenamiento y muchos partidos dominicales en el Colegio Vizcaya. Hoy has dejado un poco huérfanos a todos aquellos chavales, Durango.
Sin hacer ningún merecimiento extraordinario para ello, me brindaste tu amistad incondicional y estando en las antípodas en muchos aspectos, hemos debatido, disfrutado, reído, cantado, llorado, comido, dormido (¡roncas como un oso, cabrón!) e, incluso, ordeñado las cabras de Tere juntos.
Necesito una palabra tuya para animarme. Tienes la rara habilidad tanto de sacarme de mis casillas, como de quitar transcendencia a los obstáculos que nos presenta el día a día. Pero este es demasiado grande, esto no se le hace a un amigo.
Acabo de leer que el Bilbao Basket parece que ya tiene sponsor y aval para la línea de crédito. ¿Lo ves, incrédulo?. Ya te contaré cómo van las cosas por aquí; le haremos un tercer grado a J.
No tengo sueño, no quiero dormirme, quiero seguir recordándote. Esta es además, una hora muy tuya; ¿hay karaokes dónde estás?, ¿ya les has llevado la contraria?.
Por cierto, ya le he dicho a Tere que te has ido gratis.
Te dijimos, que de morirte fuera en Miribilla, para que pudiéramos cobrar el seguro, pero no: una vez más, has hecho lo que te ha dado la gana.
Déjame que revise todos esos momentos que disfrutamos, ya he llorado bastante y quiero irme con una sonrisa a la cama.
Un beso de aita y ama y de Aintzane y Oinatz.
Llama cuando quieras.
Te quiero Javi.