(FOTOS: @Pifotografiayvideo / CD Zamarat) Marc Ribas (1998) es un entrenador de baloncesto mallorquín al que los estudios le hicieron recalar en Bizkaia y concretamente en el Leioa SBT. Tras cuatro años en el club verde como jugador y entrenador y su paso por las tecnificaciones bizkainas, el estar en el momento justo en el lugar apropiado le regaló la oportunidad de poder embarcarse en la aventura del basket profesional. Sería en Zamora y como asistente en un banquillo clásico de la Liga Femenina Endesa. Charlamos ahora con él, tras un sinfín de cambios en la plantilla y también en el cuerpo técnico; comenzó como asistente de Ángel Fernández y terminará la temporada al lado de Fran García.
Marc, lo primero que vamos a preguntarte es cómo llega la oportunidad de partir desde Leioa a Zamora…
Con mucha suerte y con mucha fortuna de estar en el momento justo en el sitio apropiado. Tuve la suerte de conocer a la capitana del equipo y al entrenador que comenzó la temporada aquí en Zamora. De esa manera, exponiendo mi trabajo y labor, surgió esa oportunidad y decidí que era el año adecuado para tratar de dar el salto. Me dedico fundamentalmente al análisis de vídeo del rival.
También compaginaste el basket aquí en Bizkaia con estudios en Publicidad y Relaciones Públicas.
Sí, en mi caso los estudios no eran de gran exigencia pero es algo más. Al final todo va de lo mismo: saber compaginarlo, utilizar bien el tiempo y comprender cuál es el momento para cada cosa para poder llevar las cosas de la mejor manera posible.
¿Qué nos puedes contar de tu primer contacto con el mundo del basket profesional? ¿Algo especialmente llamativo?
Es un cambio, porque yo estaba acostumbrado a entrenar en clubs amateurs y esto es algo totalmente diferente. Has de acostumbrarte a que tu profesión es esta y a trabajar muchísimo fuera de la pista, ya que se meten más horas fuera que dentro a pesar de que haya dobles sesiones. El trabajo va más allá; análisis, preparación de entrenamientos… Ese trabajo ha de hacerse y es importante tenerlo claro.
A día de hoy paso más horas delante de mi ordenador que en la pista y creo que es parte de mi trabajo específico. Me considero tan entrenador de pista como los otros dos miembros de nuestro cuerpo técnico, pero al final yo tengo más ese rol de análisis.
Para vosotros la temporada empezó mal, con una racha muy negativa de derrotas y cambios constantes en la plantilla y finalmente en la cabeza del cuerpo técnico. Fran García sustituyó a Ángel Fernández….
Es un año complicado, porque sobre todo si no puedes mantener el mismo grupo de jugadoras en un período duradero, no eres capaz de implantar una línea de trabajo y es lo que les ha pasado tanto a Ángel como a Fran. Producto de diferentes inconvenientes se han producido varios cambios, ya sea por temas deportivos, de encaje en la plantilla o burocráticos. Al final, nos cuesta mucho coger una línea clara de trabajo pero intentamos adaptarnos a lo que hay, pero por ejemplo ahora mismo tenemos el problema de estar entrenando con ocho jugadoras. Es evidente que con este número se puede competir pero es muy complejo entrenar y trabajar en el día a día. Nos ponemos las menos excusas posibles y tratamos de sacar el máximo rendimiento de todas nuestras jugadoras. Además este año nos encontramos también con el obstáculo de no poder contar con continuidad con jugadoras juveniles o vinculadas… pero es lo que hay.
En el último partido os enfrentasteis al representante bizkaino en la Liga Femenina Endesa, el Lointek Gernika. El duelo supuso una derrota más para vosotros y victoria para Mario López y las suyas. ¿Qué sensación te dejó el equipo gernikarra?
En liga es un equipo puntero como cada año, y creo que ese mérito hay que reconocérselo a todo su staff. Más allá, creo que lo que más mérito tiene es poder compaginar el gran nivel de la liga con la competición europea, que además este año se disputa en un formato express inédito. Jugaron tres partidos en cuatro días en Valencia, y al hilo me parece que han sido capaces de mantener a todo el equipo enchufado con todas las jugadoras preparadas para aportar y eso ayuda mucho al equipo. Les veo muy sólidos aunque tuviesen un inicio algo extraño con alguna derrota inesperada.
Actualmente Quesos El Pastor Zamarat ocupa el puesto de farolillo rojo y estáis a dos victorias de poder lograr la permanencia. El objetivo del equipo no puede ser otro que salvarse dentro de una liga tan competitiva, ¿no?
Nuestra idea es luchar lo máximo posible por cada uno de los siete partidos que nos quedan. Dos de ellos son sumamente complicados, contra Valencia y Girona, pero vamos a competir al máximo por los otros cinco. En cuanto a la competitividad de la liga coincido con lo dicho por Txutxi Solar… es la liga con más nivel de la última década. Por ejemplo, Gernika perdió contra Embutidos Pajariel, nosotros pudimos ganarle a Clarinos y a La Seu… Tenemos la esperanza de poder la revertir la situación y la convicción de que haremos todo lo que dependa de nosotros.