(FOTO: Circulo Gijón Baloncesto) El verano del pasado 2021 volvía a suponer para Unai Mendikote un período de reflexión y de búsqueda de la mejor opción para la presente temporada. En mitad de las dudas apareció el Círculo Gijón, con ganas de depositar su confianza en el alero de Sestao, que precisaba de un lugar en el que poder jugar sin miedo al fallo. Así, el de la margen izquierda recaló en la ciudad asturiana, que lo recibió de la mejor manera. Mendikote corresponde cada día la apuesta del cuadro de Gijón con una temporada espectacular en la que ha ampliado sus registros y se ha convertido en uno de los mejores jugadores de la competición. Analizamos las causas y las claves de la gran mejora en rendimiento y sensaciones con un Unai Mendikote que ahora rebosa confianza y felicidad, a la vez que equilibrio.
Este año has dado un salto cualitativo grande en lo que a tus registros individuales se refiere. ¿Crees que estás en tu mejor momento?
Yo creo que sí. He conseguido encajar finalmente en un equipo que me da esa responsabilidad que tal vez otros años no había podido tener. A nivel colectivo, esa confianza no se está viendo reflejada en los resultados, ya que pienso que podríamos estar más arriba, pero a nivel individual seguro que es mi mejor temporada.
¿Qué ha cambiado en ti desde el año pasado, cuando estuviste en Zamora?
Pienso que hay cosas que en muchas ocasiones no puedes controlar, y otras que dependen únicamente de ti, y este año se están dando ambas bien. Vengo de Zamora, que tiene un entrenador muy profesional y es un Club que trabaja muy bien, a un equipo con una plantilla más corta que la del año pasado. Pero a nivel extradeportivo se trata de una ciudad espectacular que me hace también poder desconectar y despejar. Además, contamos con dos entrenadores como Guillermo Arenas y Nacho Galán que me aportan toda la confianza y la responsabilidad que yo antes no tenía. Son factores que influyen en tu confianza y en tu motivación, y tampoco puedo olvidarme de mis compañeros, que son los que me ayudan cada día. De esa incertidumbre que tienes todos los veranos de si encajaré o no… ha salido que parece que he acertado fichando en Gijón y que ha salido todo bien.
Vas a cumplir veintitrés años, pero tienes ya una larga trayectoria con experiencia en distintas categorías FEB. Ahora te has asentado en Gijón y estás creciendo exponencialmente, con un gran futuro por delante.
En muchas ocasiones sucede que cuando un jugador joven llega a sus años senior tras haber destacado o hecho un buen papel en categorías inferiores en selecciones o Campeonatos de España se generan muchas expectativas a su alrededor, con la presión que implica y etiquetando el camino como fácil. Es cierto que he tenido un par de años en los que no he destacado tanto, pero creo que si algo me caracteriza es la capacidad de trabajo que tengo y que nunca tiro la toalla. La verdad es que no me esperaba hacer una temporada como esta en Gijón, y estoy superando mis expectativas con creces. Quiero estar centrado en el presente y olvidarme de los pájaros en la cabeza que pueden surgir para acabar la temporada lo mejor posible. Yo voy a trabajar para llegar lo más arriba posible y para alcanzar mi mejor versión, sin compararme con nadie. Si esto me lleva a LEB Oro o cualquier otra categoría, perfecto.
Vuestro rendimiento colectivo está siendo algo irregular. Mientras que habéis ejercido de matagigantes en algunos casos, también habéis caído contra otros rivales de la parte media-baja de la tabla clasificatoria. ¿Qué objetivo colectivo os habéis marcado para este final de campeonato?
Hemos sido capaces de ganar a los primeros, pero también de perder con los de abajo, porque si algo caracteriza a esta liga es la igualdad y que cualquiera puede sorprender. He comentado en alguna ocasión que la visión y el objetivo realista del club es la permanencia, que es un objetivo complicado en una competición tan dura como esta. Hay que tener los pies en la tierra, pero a nivel individual y con más ambición, creo que nuestro objetivo puede ser el playoff. Quedan siete partidos y tenemos posibilidades que dependen de nosotros para clasificarnos, así que para mí el objetivo es poner la guinda a la temporada metiéndonos en las eliminatorias por el ascenso.
Otra de las cosas que te define como jugador y persona es que nunca has escondido que has trabajado en tu confianza y en tu mentalidad a través de un psicólogo deportivo que te ha ayudado a mejorar. ¿Qué nos puedes contar de ese trabajo invisible realizado fuera de la cancha?
Yo creo que es algo que en muchas ocasiones los jugadores no tratan en público, no sé si por miedo a parecer débiles, aunque yo para nada lo siento así. Empecé a trabajar con un psicólogo el año pasado a mitad de temporada en Zamora, porque las cosas no me estaban saliendo bien. Estaba perdiendo esa motivación de querer luchar por mis sueños, pero al final entendí que cuidando los pequeños detalles, que son los que marcan de alguna manera la diferencia, podía conseguir muchas cosas: trabajar en repetir constantemente una misma dinámica desde el tiro libre, centrarme en los aspectos que me ayudan a estar metido en el partido desde el primer instante, no tener miedo al fallo… Además, normalmente los jugadores estamos equivocados, ya que queremos cambiar las cosas muy rápido y es imposible. Lo normal es que el especialista nos conozca, lo que requiere tiempo, para poder darnos claves y cambiar cosas. Este año continúo trabajando con él a pesar de que va bien, porque no hay que olvidar que un día estás arriba y otro día estás abajo. Considero que es muy importante para jugadores jóvenes y para mí ha sido positivo, con lo que no tengo inconveniente en hablar de ello.
Durante toda tu trayectoria has alternado la posición de alero y la de ala-pívot. Mientras que tus minutos el pasado año se concentraron en el 3, este año estás variando también como 4. ¿Cómo ha afectado esto a tu rendimiento?
Yo venía de Zamora, donde jugué toda la temporada de tres, y acabé muy quemado mentalmente. Vine a Gijón con la intención de jugar y recuperar sensaciones para ser feliz de nuevo, fuese en la posición que fuese. Mi posición natural para poder jugar arriba tiene que ser de tres, pero todo lo que sea continuar jugando minutos es positivo. Además, muchos de los cuatros de Plata son aleros reconvertidos a jugar interior que juegan abierto y eso me viene bien. Creo que en cada momento del juego puedo sacar ventajas de lo que hago; si es con un tres, puedo ir al poste bajo, mientras que si es con un jugador más interior, puedo aprovechar mi velocidad. Poder adaptarme a distintas posiciones creo que es positivo y me siento cómodo.
¿Continúas estudiando?
Sí, sigo con la carrera de Fisioterapia. He aprobado prácticamente todo lo teórico, y este año solo hago un par de asignaturas. Como era poco, además de esta carrera he comenzado con otra que está más relacionada con un hobby y algo que me ha gustado desde pequeño. Estoy estudiando Diseño Gráfico y Multimedia online, porque me gusta aunque no me veo quizás tanto ejerciendo profesionalmente en un futuro. Por ahora me va bien, con todo aprobado.
El pasado verano se abrió para ti una ventana distinta como es la convocatoria para la selección española de 3×3 sub23, con la que pudiste disputar dos torneos a lo largo del período estival. Esta temporada has sido nuevamente convocado. ¿Disfrutaste la experiencia?
Sí, es una disciplina que me gustó mucho. Este año se organiza un evento que es una especie de Olimpiadas para jóvenes, que es un torneo de gran nivel. Tuve la suerte ya de probar esto cuando tenía dieciséis años y lo disfruté mucho, con lo que estoy ilusionado y motivado. Estas metas te hacen seguir entrenando en verano sin parar para estar en forma, y a medio plazo estés más entrenado y fino para la temporada. Está muy bien tanto el evento como la preparación que hago en verano con Martín Ibarra e Iñigo Núñez, que me ayudan a estar en forma.