(FOTO: María Mentxaka) A modo de previa del gran evento del próximo sábado en el que Miribilla albergará los encuentros del Lointek Gernika y del Bilbao Basket, aprovechamos para charlar con Belén Arrojo, jugadora del equipo de Maloste que analiza la temporada del conjunto entrenado por Mario López. A debate las causas y los porqués de una irregular segunda vuelta y unos controvertidos meses de diciembre y enero que han complicado en exceso todo lo sucesivo para las granates.
Belén, eres una persona muy querida en todo el entorno de Gernika y Maloste. Si hablamos de tu trayectoria, muy larga, podemos decir que eres de esas jugadoras que has podido disfrutar y disputar finales y partidos de gran importancia. Si echas la vista atrás, ¿con qué te quedas?
Sin duda con la gente y todas mis compañeras. Me quedo con todo lo bonito que te da el baloncesto en forma de aprendizaje y valores, pero sobre todo a compañeras que he conocido en este tiempo y las que me quedan aún por conocer… La gente que nos sigue en Maloste nos quiere un montón, y yo personalmente estoy muy contenta de cómo nos apoyan y como son. A fin de cuentas, gracias al baloncesto nos llevamos a personas maravillosas que además muchas veces se convierten en amigas.
Has formado parte de la generación del 95, la última gran hornada de jugadoras nacionales que ha nutrido a los equipos de Liga Endesa: Ari Pujol, Leticia Romero, Laia Flores…. También Laura Quevedo o Nogaye Lo, del 96, que se sumaron posteriormente. Con la selección española de formación lo ganasteis casi todo, fuisteis oro en tres europeos de categorías inferiores y plata en el Mundial U19, cayendo solamente ante Estados Unidos.
En toda nuestra etapa de formación solo perdimos dos partidos: ese que comentas contra Estados Unidos y luego una derrota en fase de grupos ante Japón, a las que luego ganamos en cuartos de final. Tengo muchísimos recuerdos y muy bonitos con esta generación, que es increíble. Ganar medalla cada competición es impresionante.
En cuanto a la difusión de la liga y del baloncesto femenino nacional, se han dado pasos adelante pero aún seguimos teniendo algunos problemas, y como ejemplo está el hecho de el partido de cuartos no podía verse en ninguna plataforma y las críticas que ello suscitó. ¿Qué piensas de esto?
Creo que se están haciendo las cosas bien aunque queda muchísimo. Personalmente me alegro un montón al ver los pasos agigantados que se están dando en otros deportes como el fútbol, pero tenemos que intentar seguir creciendo. Tengo la sensación de que cada vez hay más gente que nos sigue y más empresas que quieren apostar por nosotros, lo que es de agradecer. Sin ellos esto no podría ir más allá, y yo noto que seguimos creciendo, pero necesitamos seguir y prueba de ello es el trabajo que hacen los clubs y todas las personas que luchan por que el basket femenino sea más grande.
La semana que viene disfrutaréis del Bilbao Arena en el partido ante el CD Promete, aunque tú ya estuviste en el anterior choque que se disputó allí. ¿Qué sensaciones recuerdas?
La verdad es que fue super bonito, y espero que este año vaya aún más gente. Me parece una iniciativa excelente por parte del Club y de todas las personas involucradas en su organización. Espero que se llene y que la gente venga y disfrute con nosotras. Ojalá poder hacer el récord de espectadores, pero lo importante es que la gente venga y se enganche al baloncesto femenino.
En el aspecto deportivo, estáis teniendo un año francamente complicado. La trascendencia del enfrentamiento que se disputará en Miribilla es muy grande, porque necesitáis ganar para asegurar la plaza de playoff a pesar de la buena sensación posterior a la Copa.
Nos quedan partidos muy importantes, sí. Es verdad que esta segunda vuelta ha sido muy complicada, pero el equipo tiene mucha ilusión por afrontar este último tramo y ganar los máximos partidos posibles. El partido ante Promete es muy relevante, porque imagino que el hecho de tener a la afición será un plus para nosotras e intentaremos llevarnos la victoria.
Quedan cuatro encuentros: Bembibre, Promete, Leganés y Cadí la Seu. Parece que serían necesarios dos o tres triunfos para asegurar la plaza de playoff, pero queremos retrotraernos un poco más a dos situaciones distintas. ¿Cuánto de importante fue el parón COVID en diciembre que os mantuvo 44 días sin jugar ningún partido? Y a la vuelta… ¿la encerrona de Turquía?
Lo de Turquía a mí personalmente me pasó factura. Nos afectó a todas porque es algo que nadie se espera. Yo creo que realmente lo que nos ha dificultado más entrar en ritmo son todos esos días sin jugar, porque perdimos el ritmo de competición a pesar de que entrenábamos mucho. La sensación de entrenar para un objetivo se esfumó, y nos vinieron después todos los partidos de golpe con cansancio acumulado. Perdimos y de alguna manera entramos en un bucle del que es muy complicado salir. Todas nos preguntábamos qué nos estaba pasando, y al final te enfrentas a grandes equipos que también pretenden ganar y es por ello que la liga está muy bonita e igualada. Han sido unos meses duros para todos, incluido cuerpo técnico y club, porque tras una increíble primera vuelta nadie se esperaba esto en la segunda. Pero toca seguir remando y trabajando para entrar en playoff, que al final es nuestro objetivo.
Las semanas eran complicadas; las empezábamos entrenando con positividad e ilusión de que al final de la misma volvía la competición, e íbamos avanzando en la preparación del partido hasta la parte media o final de la semana en la que nos comunicaban que, al final, no se disputaba el encuentro por unos motivos u otros. Mentalmente era muy duro, y al final teníamos que seguir entrenando en un momento como ese. Esa repetición de acontecimientos fue sucediéndose y cada semana pasaba algo.