Igor Urreta (Leioa): “El equipo ha sabido vivir la presión no como una mochila llena de piedras sino una mochila llena de autoexigencia y de ilusión”

Igor Urreta (Leioa): “El equipo ha sabido vivir la presión no como una mochila llena de piedras sino una mochila llena de autoexigencia y de ilusión”

(FOTOS: Leioa SBT) [box]El Leioa SBT es campeón de Primera Nacional Masculina con el doble premio del ascenso a EBA. En tres años, el equipo que entrena Igor Urreta ha pasado de Segunda Nacional a EBA, pandemia mediante. El club leioztarra ha recogido probablemente el fruto del trabajo realizado años atrás en equipos de formación, un grupo que se conoce, que ha demostrado un gran compromiso y un alto nivel de autoexigencia. Todos esos ingredientes así como la madurez adquirida han sido fundamentales para firmar tal gesta. Repasamos la temporada con su técnico Igor Urreta, un hombre de la casa que buscará certificar administrativamente el ascenso deportivo, eso sí, sin perder el norte de ser un club de cantera.[/box]

Igor, hace dos temporadas estabais en Segunda Nacional y a día de hoy el Leioa SBT está en EBA. ¿Cómo se ha obrado el milagro? ¿Dónde está el secreto?

Milagros no suele haber. Hay mucho currelo, compromiso y algo de suerte. Este año se han juntado las tres cosas, el trabajo que han hecho los chavales, el compromiso más si cabe en un año en el que muchos equipos han perdido gente y nosotros hemos podidos mantener el bloque y el punto de suerte necesario que te toca cuando las cosas van de cara.

Nada menos que campeones de Primera Nacional, pero cuéntanos al principio de temporada cuál era el objetivo.

El objetivo era disfrutar e intentar jugar al baloncesto con los compañeros e ir semana a semana y a partir de ahí si había competición, competiríamos, sin volvernos locos, sabiendo que era un año complicado. Luego ha habido varias fases: con un inicio “normal”, una parada muy larga con confinamientos y problemas para entrenar y la tercera parte cuando la competición se asentó. Precisamente lo del buen inicio en esta última fase fue algo inesperado, teníamos tres salidas en los primeros 4 partidos, las dos primeras ganamos y eso hizo que el grupo se lo creyera y se motivara. Empezamos a ver la posibilidad de entrar en la Fase de Ascenso cuando era de 6. Entonces parecía más factible. Pero cuando se redujo a 4 participantes la Fase de Ascenso ya no se veía tan factible. Eso sí, llegamos con opciones hasta el partido contra Getxo, que había que ganar y ese punto de madurez que el equipo demostró ese día es el que nos ha impulsado durante la Fase de Ascenso.

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Y tal vez ésa ha sido una de las claves, que habéis ganado los partidos que había que ganar…

Hemos cogido el camino más difícil. Hemos tenido varias finales, en la Fase Regular ese partido contra Getxo y en la Fase de Ascenso otras dos finales, en el partido de Tolosa era ganar y seguir con opciones o perder e irnos para casa; y el último contra Bilbao Basket  era una final en toda regla para los dos conjuntos. El equipo ha sabido vivir esos momentos de presión pero no como una mochila llena de piedras sino una mochila llena de autoexigencia y de ilusión. Y esto es algo que el equipo ha venido trabajando desde salimos en Segunda.

Y tras entrar en la Fase de Ascenso, entre los 4 mejores equipos de Primera, os plantáis a la última jornada dependiendo de vosotros mismos en un duelo a vida o muerto con el Fundación Bilbao Basket. ¿Cómo planteasteis el partido?

No hacía falta motivar a la gente y lo que sí sobraron fueron los dos días de entrenamiento (risas). Es un escenario que no contemplas en septiembre, con lo cual esa presión no ha existido. Era una final, pero realmente el contexto era sencillo, vamos a jugar en Kandelazuebieta, con nuestros balones, con nuestros compañeros y contra un equipo contra el que llevamos jugando 3 años y al que le hemos ganado siempre -hemos jugado 6 partidos y nunca han podido ganarnos-. Así que todo eso ha hecho que el contexto lo hayamos relativizado y los chavales han sabido que la presión era únicamente la de ser autoexigentes.

Pues con esta autoexigencia y con ninguna presión añadida, el comienzo del encuentro fue magnífico.

El inicio de partido fue muy bueno, cosa que nuestro equipo no suele hacer. Nuestros primeros cuartos suelen ser malos, nos cuesta arrancar pero el otro día salimos muy bien porque mentalmente la gente estaba más suelta de lo que esperábamos y con ese puntito de madurez que hemos adquirido. También suma que hay gente en el equipo con un peso específico que da una tranquilidad al resto.

Por otro lado los dos equipos nos conocemos muy bien y teníamos claro que había que controlar los impulsos del Bilbao Basket, cosa que no hicimos en el segundo cuarto cuando nos pasaron por encima. Pese a todo la lectura de la primera parte fue muy buena, porque vimos a lo que tenía que ir el partido, a lo que no había que permitirles. Y ya en la segunda parte jugamos a lo que nosotros quisimos y la tendencia ya cambió. Aunque ellos son buenos y se agarraron al partido, de hecho podía haber ganado cualquiera, pero entraron nuestros triples y nos llevamos la victoria.

Y la consecución de este título y este ascenso no sé si está relacionada con que años atrás habéis contado con buenas generaciones en formación.

De esos años buenos de trabajo de cantidad de la que pudimos sacar calidad, de alguna manera ha vuelto al club y ésa era la idea cuando salimos hace tres años en Segunda. Recuperar a esa gente que salió de aquí, reforzar eso con piezas básicas donde teníamos más carencias y ahora estamos recogiendo ese fruto de las generaciones del 96-97-98. Yo creo que ése es uno de los secretos, el concepto de equipo y el grado de conocimiento que tienen entre ellos. Es como que se cierra ahora un ciclo.

Y fruto de ese trabajo de cantera también han salido jugadores de la talla de Iker Salazar, Joseba Estalayo…, jugadores de LEB Oro y LEB Plata. Algo se ha hecho bien en la cantera en Leioa….

Esto va por ciclos y lo mismo que ahora tenemos problemas en algunas generaciones, antes llegaron los buenos tiempos. Esos dos jugadores son un orgullo para el club en la parte masculina, dos jugadores del Leioa en el segundo equipo de Bizkaia y quinto de Euskadi es un orgullo y ojalá que aguanten muchos años más.

Por otro lado, tiene que dar que pensar el trabajo que hacemos. Es significativo que de los pocos jugadores bikainos que están en Plata, dos de ellos son de Leioa y uno de Askartza,  y que salen de equipos donde y no hemos sido clubes fichadores ni especialmente grandes. Tiene que dar qué pensar por qué han llegado esos y no otros, y dónde están todos los demás. A veces se enfocan mal las cosas.

¿Y cómo van los movimientos en los despacho para confirmar la presencia en EBA?

Nosotros evidentemente vamos a intentar a hacer todo lo posible para salir en EBA porque es un premio y queremos que los chavales y el club lo disfruten, pero sin perder la cabeza y siendo conscientes de que somos un club de cantera. Queremos que los chavales del club disfruten de ese bagaje y experiencia.

Y de las tres partes, la económica es la que estamos mirando porque la categoría se encarece, la parte de infraestructuras también tenemos que mirarla y la plantilla, necesitaría retoques. También es cierto que este año vamos a estar tres equipos bizkainos en EBA pero somos 3 equipos bastante diferentes en cómo vamos a afrontar la categoría y cómo vamos a configurar las plantillas.

Adelántanos algo, ¿cuál es el planteamiento de plantilla?

Intentar que el núcleo fuerte aguante, mantener el máximo número de jugadores posible y fichar donde tengamos más necesidad, es la misma idea que tenemos desde hace tres años.

Y danos alguna primicia, ¿seguirás al frente del equipo?

Parece que los chavales no me quieren echar todavía así que aguantaré un año más (risas). Soy un entrenador de la casa, desde hace 23 años estoy aquí y para mí es también un orgullo poder llevar un equipo en EBA pero si le club me necesita en otro sitio a mí no se me caen los anillos, yo con este año me siento ya pletórico.

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