Santurtzi es campeón. Tres palabras que hacía tiempo que no se pronunciaban juntas pueden volver a enunciarse y además puede volver a hacerse en un tono alto, como sucediese el pasado sábado en el Mikel Trueba. Un ambiente festivo y morado a raudales tuvo como fin la victoria del conjunto entrenado por Iñigo Núñez por 82-55 ante el CB Venta de Baños, dando paso a la celebración por el título de liga logrado. ‘Volveremos, volveremos a LEB Plata, ¡volveremos a ascender!” fue el cántico entonado por una afición santurtziarra que abarrotó las gradas del Mikel Trueba y que llevó en volandas una vez más a Santurtzi. Al respecto de todo ello, aprovechamos el momento para hablar con un orgulloso director de orquesta como Iñigo Núñez, que asegura que el objetivo ahora es ascender en la fase para la que han conseguido billete directo.
Las últimas semanas ya veníamos observando que se acercaba vuestro campeonato, pero finalmente resolvisteis vuestro liderato el pasado sábado en Santurtzi ante vuestra afición. Oficialmente, sois campeones del grupo AA de Liga EBA y tenéis el billete para la fase de ascenso a LEB Plata.
Realmente es un gran éxito. Desde el primer día dijimos que con la plantilla que teníamos nuestra obligación era la de pelear y competir por estar entre los tres primeros clasificados, pero una vez que fue avanzando la temporada vimos que el objetivo real era terminar en primera posición. Hemos tenido suerte con las lesiones, y el hecho de ir sacando también partidos importantes además de la dinámica de entrenamientos y partidos nos ha colocado en esta posición. Hace aproximadamente dos meses nos vimos ahí arriba destacados y ya empezamos todos a enfocarnos hacia el objetivo de quedar primeros para lograr el billete directo a la fase de ascenso nacional. Estamos orgullosos y satisfechos de lo que hemos hecho, pero no queremos pararnos y ahora todos soñamos con ascender.
Habéis alternado durante el año partidos muy ajustados con marcadores cerrados y ajustados con encuentros en los que habéis sido notablemente superiores. Parece que ha habido dos claves: habéis sido capaces de jugar partidos redondos y además de vencer en finales ajustados. ¿Piensas que ha sido así?
En parte así ha sido. Hemos logrado hacernos bastante fuertes en casa y sacar los partidos con diferencias importantes a nuestro en algunos casos, mientras que también hemos jugado grandes partidos en pistas muy complicadas como son Santander ante Cantbasket o Logroño. Por otro lado, creo que hemos aprendido y mejorado a la hora de gestionar finales igualados; el año pasado fue una de nuestras carencias y creo que en ese aspecto somos mejores, también seguro gracias a la mayor experiencia del grupo y a algunas incorporaciones que aportan ese saber estar y esa calidad necesaria. También creo que hemos tenido esa pizca de suerte necesaria, con tres canastas sobre la bocina decisivas fuera de casa (dos de ellas en Navarra y la otra en la visita clave a Baskonia). Por esa parte estoy contento porque el año pasado era un debe.
Nos hablabas de la mejora de vuestra plantilla sobre un grupo ya conformado pero también es una realidad el trabajo en la inversión económica y en la confección de plantilla que se ha hecho en otros equipos. ¿Cómo has visto la liga en ese sentido?
En primer lugar y a nivel de nuestra plantilla, es cierto que el hecho de mantener el bloque nos ha permitido no empezar de cero en muchas cosas. Hemos podido volver a utilizar trabajo del año pasado e insertar modificaciones o cambiar aquello que creíamos que no había funcionado del todo bien. Los cuatro jugadores que han llegado, además, han sumado mucho: Miguel Zamora es uno de los mejores jugadores de la liga, la juventud de Unai Barandalla nos ha ayudado y la experiencia de Ander Pérez y Pablo Albisu también lo ha hecho.
Creo que el nivel de la liga ha mejorado bastante con respecto al año pasado. Puede ser que por el inconveniente pandémico los equipos no pudiesen hacer las mejores plantillas posibles y este año ha habido equipos que han pegado saltos cualitativos muy grandes: Baskonia ha hecho otro tipo de plantilla, los cántabros han vuelto a la liga… También creo que los equipos de la parte baja de la tabla han mostrado su calidad dando bastantes sorpresas y esto es prueba de lo complicada que es la competición y más aún ganar fuera de casa. Hay bastantes jugadores nacionales pero casi todos los equipos tienen jugadores extranjeros que han incrementado su nivel.
Y… ¿ahora qué? Tenéis mucho tiempo para preparar la fase definitiva y puede ser un arma de doble filo.
El impulso que tenemos esta semana aún es de seguir celebrando… (risas) Ha sido un gran éxito y estamos todos muy contentos de lo sucedido el pasado sábado. Teníamos el foco de tratar de ganar los dos partidos que nos quedaban para quedar por encima del líder del Grupo AB y tener emparejamientos en principio más factibles, pero la derrota en Solares nos ha dejado sin opciones en ese aspecto. Eso hace que tengamos que empezar a pensar ya en los partidos de la fase de ascenso, y tenemos una parte positiva y otra negativa. Consideramos bueno tener tiempo para ver vídeos y preparar los partidos de la mejor manera posible y con tranquilidad, pero por el contrario el hecho de entrenar durante tres semanas sin un objetivo competitivo cercano puede hacerse un poco largo. Creo que lo sufragaremos con toda la ilusión y la alegría que tenemos por poder jugarla, ya que es una situación idílica.
El ambiente vivido el pasado sábado en Santurtzi es algo que hacía tiempo que no veíamos en la localidad. La ilusión que se ha generado es enorme y la afición apretó y se sumó a la fiesta. Personalmente… ¿cuántos años tenías cuando Santurtzi jugó la LEB Plata por última vez?
Tenía doce años. Me acuerdo perfectamente de que todos íbamos a ver los partidos en sesión de viernes a la noche y recuerdo un gran ambiente. Fueron dos años súper buenos, y los que estábamos en la cantera como jugadores veíamos los partidos, nos aficionamos generando un ambiente también bastante chulo… Y en cuanto a nuestra grada, puedo decir que personalmente fue un chasco y eché mucho de menos que no pudiesen estar con nosotros el año pasado, porque creo que incluso hubiésemos terminado mejor. Lo de este año ha sido impresionante cada día que hemos jugado en casa, y ahí tengo que agradecer a mi amigo Borja Martín, que ejerce de líder de la grada, y a sus ‘secuaces’, como les llamamos, el trabajo que han hecho y lo que nos han ayudado. Lo vivido el otro día es una demostración de proyecto y de lo que queremos ser como club: que los y las jugadoras vean lo que ha hecho el equipo y quieran participar de ello y repetirlo, con una referencia cercana dentro del mismo club, es impresionante. Hay varios jugadores de la cantera que han llegado al primer equipo además, y creo que a todos nos genera orgullo y es para estar muy contentos del trabajo que se está haciendo tanto en Directiva, como la afición y el equipo EBA, que se ha portado muy bien.
Viendo lo dura que es la liga, lo sucedido este año en Santurtzi es para estar muy orgullosos, sobre todo si lo haces en tu club de toda la vida, con la gente más cercana. ¿Cómo has vivido eso?
El otro día me preguntaba gente que no había podido estar en Santurtzi cómo había sido todo y yo respondía claramente: es una de esas cosas que te reconcilia al menos de manera temporal con la vida. Poder disfrutar de una alegría como esa y que estuviesen allí nuestros seres queridos fue impresionante y te hace estar muy contento por un tiempo.