Exigencia máxima, organización total, esfuerzo sin límites, tener las ideas muy claras, y todo sin perder su seña de identidad en el juego (chispa e intensidad) y su forma de ser (transparente y risueña). Parecería que estamos hablando de una jugadora veterana pero ésa es Itziar Ariztimuño, una de las pocas jugadoras bizkainas en la elite del baloncesto estatal y la única que además lo hace en competición europea; que a sus 21 años acaba de graduarse en Fisioterapia y ha renovado con el Lointek Gernika Bizkaia para jugar su quinta temporada en la elite. Todo un ejemplo.
En primer lugar, zorionak por tu graduación, creo que este lunes presentabas tu TFG y todo fue bien…
Sí, muy contenta. Fue todo bien y como era telemática estaba casi más nerviosa porque el Wifi fuera bien, porque las cuestiones tecnológicas fueran bien que casi por la presentación del trabajo.
¿Cómo se puede compatibilizar una carrera universitaria con competir en la elite del baloncesto estatal y europeo?
La verdad es que se necesita esfuerzo y tener la cabeza muy centrada. Saber que tienes que hacerlo aunque tengas algunos días más pereza… Al final es una cuestión de mucha organización, llevar las cosas al día, saber que tienes que estudiar en los viajes del equipo…
Y además este mismo lunes se anunciaba que renuevas con el Lointek Gernika Bizkaia, ¿era tu prioridad continuar en el equipo gernikarra o barajabas otras opciones?
Era mi prioridad. El Lointek Gernika es el mejor club para gente como yo, que tiene que seguir aprendiendo y progresando tanto táctica como técnicamente y dando pequeños pasitos.
Será tu quinta temporada en el Lointek y en la LF, ¿te sientes veterana con 21 años?
Es una situación rara porque soy una de las veteranas en el equipo pero aún soy joven… Lo cierto es que desde que comencé mi carrera en Gernika hasta ahora he madurado mucho.
Y en ese proceso de maduración, ¿qué queda de la júnior de Loiola Indautxu?
Un poco sí que queda porque me gusta correr, jugar a un ritmo alto como lo hacía cuando era júnior, creo que mantengo esa chispa. La diferencia es que entonces no contralaba realmente ese ritmo y ahora poco a poco sí.
Volviendo a la actualidad, la mejor temporada de la historia del club de la villa foral ha sido precisamente ésta que se ha cerrado de manera abrupta, ¿cómo lo has vivido como jugadora?
Ha sido raro e impactante, no sólo por la buena temporada, sino comprobar cómo tu día a día, de ver a tus compañeras, entrenar, partidos…, de pronto se paraliza y dejas de ver a la gente que ves todos los días y tienes que dejar de hacer tus rutinas.
El Lointek Gernika Bizkaia apuntaba a registros nunca antes alcanzados, ¿hasta dónde crees que hubierais podido llegar?
Es cierto que veníamos del partido de la Copa que no fue nuestro mejor partido y fue bastante doloroso porque lo tuvimos ahí y se nos escapó en el último momento, pero el balance general era muy bueno y teníamos ahí los playoffs donde creo que hubiéramos podido dar alguna sorpresa.
¿Y ahora? ¿Das por cerrada la parte académica y te vas a centrar aún más en el basket o mantienes esa vía abierta?
Tengo claro que me tengo que seguir formando y estudiando. No sé exactamente lo que voy a hacer, soy muy joven para relajarme, pero probablemente los estudios requieran menos parte presencial. De todas formas el nivel de exigencia será total en el basket y en los estudios.
Y con ese nivel de exigencia que te autoimpones, ¿en qué puedes y quieres mejorar en el basket?
Quiero mantener mi seña de identidad de ser la chispa capaz de cambiar el ritmo de partido, pero además quiero tener ese puntito más de calma y más madurez en el juego, y además mejorar en el tiro.
Por último, ¿cómo crees que será la próxima temporada? ¿Te imaginas jugando en un Maloste vacío?
Lo mejor sería poder jugar en unas condiciones lo más similares posibles a la normalidad. En el caso de jugar en un Maloste vacío sería rarísimo porque en Gernika el apoyo de la afición es fundamental, y sería muy extraño no contar con su apoyo y sus ánimos.