Leyendas del Baloncesto Vasco: Medio Siglo de Grandes Jugadores se titula el resultado en forma de libro del proyecto que Unai Morán iniciase hace más de cuatro años a través de una concienzuda investigación que pretendía corroborar una sensación: la de la falta de arraigo y personalidad de las plantillas de los primeros equipos del baloncesto vasco. Sus dos ideas principales son contar la trayectoria de trece grandes jugadores y a su vez animar a una reflexión que pueda contribuir a cambiar esta tendencia. Hablamos con el periodista fabril, que nos cuenta prácticamente todo acerca de su obra.
Lo primero que queremos saber es cómo nace tu vinculación con el basket.
Nace como aficionado, desde bien pequeño. No tengo antecedentes ni referentes en ese sentido en casa, pero la afición me surge de los primeros partidos que veía por televisión, a finales de los ochenta y principios de los noventa. A partir de ahí empecé a enlazar con equipos locales, viendo partidos en pabellones e interesándome cada vez más. Además, como periodista, y aunque haya sido de manera colateral, he tenido la oportunidad de escribir algunas crónicas, reportajes y artículos de baloncesto. También he acumulado muchas horas de juego al aire libre, los fines de semana… aunque nunca federado.
El libro versa acerca de las leyendas del baloncesto vasco, y has fundamentado tu obra en una investigación de los jugadores que han marcado nuestro basket en los últimos 50 años. No obstante, todo nace de una reflexión personal. ¿Qué es lo que te ha hecho decidirte por escribir el libro?
El libro obedece a una reflexión personal concreta: siento un desencanto creciente hacia las plantillas que conforman cada temporada nuestros equipos. Sucede por la falta de jugadores locales y de arraigo y personalidad en nuestros equipos. Me puse a indagar desde cuándo había podido suceder esto y pude comprobar que la gran mayoría de nuestros jugadores se habían tenido que buscar su futuro fuera de nuestro territorio. Lamentablemente, creo que no han tenido el eco que merecían en nuestros equipos y no se les ha valorado hasta que han venido de fuera, con lo que yo entendía que había que contar esta historia. La primera idea era contar la trayectoria de estos jugadores, y la segunda animar a una reflexión de otras personas que puedan tener influencia en que se apueste más por los jugadores que tenemos en casa.
¿Cómo ha sido tu trabajo de investigación hasta corroborar la reflexión que habías realizado personalmente?
Ha sido un trabajo muy largo, porque yo le he dedicado tiempo de ocio durante cuatro años. Es un libro de corte periodístico que tiene muchas horas de trabajo previo. Además nos ha llegado la cuestión pandémica, que ha dificultado todas las gestiones. Yo he recurrido a testimonios extraídos de periódicos, a testimonios orales de los propios protagonistas, y otras fuentes de Internet para tratar de lograr la información más completa posible.
En el proceso de publicación, te ha pasado algo similar a los jugadores que has entrevistado…
Sí, ha sido curioso. Ha tenido que ser la editorial Sargantana, de Valencia, la que más interés ha mostrado en publicar el libro. Yo entiendo que el libro tiene un valor cultural y esta edición ha sido subvencionada por el Ministerio de Cultura. En ese sentido, todo ha sido muy sencillo con ellos y ha existido entendimiento desde el primer instante. Creo que tendemos a no identificar el baloncesto como algo nuestro, y lo relacionamos con el espectáculo. Buscamos jugadores de lugares muy alejados y creo que no nos paramos a reflexionar lo suficiente en el hecho de que tenemos cada año 45.000 jugadores en nuestras pistas, que dan para mucho. Parece que es un deporte ajeno, y es una pena que no sepamos valorar lo que tenemos.
¿Qué es lo que verdaderamente sucede para que no exista esa traslación desde todos los jugadores que tenemos en las canteras hasta los primeros equipos?
Creo que existen muchos y muy variados motivos. Creo que principalmente nos encontramos ante una falta de cultura de cantera entre nuestros equipos, que se podría achacar a una mala situación económica, por ejemplo en el caso de Bilbao Basket. Baskonia ahora no atraviesa una situación tan agobiada y tampoco apuesta, y creo que es cierto que en Gipuzkoa se están haciendo las cosas de otra manera, aunque su justa situación económica puede ser motivo de peso también a la hora de apostar por los de casa en el primer equipo. Por lo menos tienen tres jugadores compitiendo, y es una pena lo que le ha sucedido ahora a Xabi Oroz. Creo que existe una falta de tradición de trabajo de cantera y buscamos réditos inmediatos, con lo que acabamos apostando por otro tipo de jugadores. Personalmente siento envidia por proyectos como Valencia Basket o Joventut…
Pero parece que se ha tratado de reparar esa no tradición de cultura de cantera a través del proyecto de Bilbao Basket, que se está asentando… La mejora puede ir por ahí, ¿no?
Creo que ha sido una reivindicación siempre de la masa social del basket bizkaino y del Bilbao Basket. Necesitará de años y de tiempo de trabajo para recoger frutos. Por la situación que ha tenido el equipo esta temporada, hemos tenido la oportunidad de ver debutar a varios canteranos del club. Tenemos que confiar en que no se quede en agua de borrajas, y que esta apuesta se mantenga en el tiempo, para tratar de ostentar equipos más reconocibles.
El prólogo del libro lo ha escrito Txus Vidorreta, ni más ni menos.
Eso es, el trato ha sido sencillísimo con él, como con la mayoría de los protagonistas de la obra. Es el principal atractivo del libro; Txus Vidorreta es el entrenador vasco con más partidos en ACB y ha escrito el prólogo. Hemos tenido grandes jugadores a lo largo de la historia pero también muchos entrenadores, como por ejemplo Pablo Laso. La primera persona que tuve en cuenta fue Txus, por ser un gran conocedor del deporte, y se mostró encantado y tuvo la iniciativa de aportar de manera desinteresada su granito de arena, por lo que le estoy muy agradecido.
El libro se basa en la historia de trece jugadores vascos que han llegado a la élite. ¿Cómo ha sido la relación con estos trece entrevistados?
Con la inmensa mayoría de ellos, se ha tratado de una relación muy estrecha y muy sencilla. Por ejemplo, pude hacer una entrevista por videollamada con Iker Iturbe, que actualmente se encuentra en Estados Unidos. Ha habido dos excepciones, lógicas, que son Josean Querejeta y Pablo Laso, ambos en proyectos de gran calado y muy atareados. Con los demás, desde el histórico Emiliano que fue el mejor jugador de Europa en su momento, hasta Darío Brizuela, en activo, ha sido perfecto, y todos han encontrado el momento para hablar conmigo.
Ellos me han contado anécdotas e historias muy curiosas en torno a lo que se tenía que pelear antes para llegar a la élite en baloncesto. Emiliano, por ejemplo, vendía bisutería en la villa olímpica para completar el sueldo. A Galilea le ofrecieron una surrealista oferta de renovación tras no pagarle nada de lo acordado durante una temporada completa. Davalillo, por su parte, tenía que volver en autobús y después hacer autostop para llegar a casa, antes de recibir su primer sueldo con el que pudo comprarse un coche. Habría que preguntarse si los jóvenes de hoy en día estarían dispuestos a realizar este tipo de sacrificios…
Llama la atención que se haya centrado el libro exclusivamente en el baloncesto masculino.
Lo he hecho por dos motivos: en el caso de las mujeres la llegada de la profesionalización en el baloncesto fue mucho más tardía, con lo que la comparación me parecía muy compleja, y confeccionar una lista ‘subjetiva’ me llevó mucho tiempo para seleccionar a los protagonistas y el motivo de su inclusión. Por otro lado, he tratado de dar salida a las horas que yo he dedicado como aficionado al baloncesto y ese conocimiento que puedo tener como fan y periodista, que es mucho mayor con respecto al masculino que al femenino. De todas maneras, hacemos hincapié en la introducción en que fueron las mujeres las primeras en jugar al baloncesto en Bizkaia y que les debemos el desarrollo. Queda pendiente un libro acerca de las mejores jugadoras del baloncesto vasco.
Por último, ¿qué le dirías al aficionado para convencerle de que se hiciese con el libro?
Es un libro ideal para cualquier aficionado a nuestro baloncesto, porque va a encontrar no solo a las principales figuras y sus trayectorias, sino que, aprovechando sus carreras, repasamos y mencionamos otros grandes personajes y jugadores e historias que van a sorprender. Creo que es muy interesante para cualquier aficionado al baloncesto, especialmente al vasco, porque estamos hablando de nombres muy importantes en nuestro deporte. Es apto para cualquier aficionado al deporte y a cualquier otro tipo de temática, ya que son ejemplos todos los protagonistas de haber superado grandes dificultades para alcanzar éxito en sus vidas.