500 partidos jugados, que se dice pronto, acumula ya David Ruiz de Lazcano defendiendo la zamarra rojilla del CB Santutxu solo en la categoría senior. Se trata de una cifra alucinante, pero no más que toda la historia y las experiencias que este bilbaíno ha vivido bajo los colores del Club de su vida. Aprovechamos la coyuntura de su hito para pulsar la realidad del Club, que recientemente ha recibido otra gran noticia con el debut de Miriam Cuesta en Liga Femenina 2 con Ibaizabal. Además, contarán esta temporada con veinticuatro equipos, el número más alto de la historia del Club, circunstancia sorprendente en la situación actual. Del estado del basket en Santutxu y de muchas cosas más hablamos con nuestro protagonista de hoy, que está de absoluta enhorabuena.
Este próximo fin de semana cumples ni más ni menos que 500 partidos con el club de tu vida…
Eso es, ni más ni menos que veintiséis temporadas en el equipo senior. Sin contar todo lo de antes… Mucha gente me pregunta cómo sigo aún, pero siempre les respondo de la misma manera: cuando he tenido la oportunidad de conocer a entrenadores ACB o que se dedican profesionalmente al basket, siempre les he preguntado si se arrepentían de algo y todos han respondido lo mismo. Dicen que se arrepienten de haber dejado de jugar pronto para dedicarse a entrenar. Mis padres siempre me enseñaron a escuchar a los mayores así que decidí no cometer ese error… pero igual me estoy pasando de edad… (risas). Lo más importante son las lesiones, que es el motivo principal de que mucha gente lo deje.
Y además en una categoría nada desdeñable como es la 2ª Nacional. ¿Cómo llevas ese ritmo?
Sí, es una categoría exigente. El otro día haciendo cuentas me di cuenta de que llevamos ya veinte años en Nacional, desde aquel año en el que conseguimos ascender. Siempre habíamos sido un club ascensor, pero hemos logrado estabilizarnos y es un hito en la historia de nuestro club.
¿Cuál es objetivo o la meta que os habéis marcado para esta temporada tras varias campañas asentados en la liga?
Nos hemos quedado con las ganas de jugar la fase de ascenso a 1ª División los dos últimos años… El año que se paró íbamos muy bien, y la pasada temporada decidimos parar cuando la mayoría del equipo así lo decidió. Esta temporada llevamos ya dos victorias y una derrota… El primer objetivo es meternos en la fase de ascenso, entre los ocho primeros equipos. A partir de ahí y en función de los resultados que hagamos de ahora en adelante, tendremos más o menos opciones. Ya llevamos cinco o seis años juntos la mayoría de los jugadores, hemos pasado distintas épocas y ahora el cuerpo nos pide marcha. Tenemos ganas de estar arriba y creo que podremos hacerlo si tenemos suerte con las lesiones y somos capaces de jugar bien.
Santutxu es un barrio populoso y con tradición de basket, y además está la referencia de Javi Salgado, del Patronato Maristas. Durante un tiempo existió una gran rivalidad entre ambos clubes…
Yo creo que era una cuestión de los entrenadores de esa época. Hemos ido limando esas asperezas y al final en el barrio nos conocemos todos. Esa batalla que había antes ya no existe, y de hecho hace unos años ya creamos una asociación con los siete clubes del barrio para echarnos una mano, con el cometido de que nadie se quede sin jugar. Ahora mismo la comunicación con estos clubes es muy sencilla, ya que por ejemplo David Blanco, presidente de Patronato, ha jugado conmigo y prácticamente nos conocemos y somos amigos todos los representantes de los clubes de la zona. Es mucho más fácil así, con gente más cercana.
Has pasado por encima del tema de la cuestión generacional y el bajón de natalidad al que nos enfrentamos actualmente. Este tipo de acuerdos cobran importancia en el momento en el que falta gente para poder completar equipos y otro tipo de situaciones de este calibre.
Claro, yo es que recuerdo el momento en el que comencé a jugar, cuando aún había que pasar un proceso de selección para poder formar parte del equipo. Sabías que entrarían doce, y se presentaban veinticinco. Ahora es incluso posible que tengamos seis o siete jugadores de una generación, y por eso necesario que podamos colaborar con los clubes de alrededor porque ostenten una situación similar. Eso provoca que haya muchos niños que se queden sin jugar, porque la natalidad ha descendido bastante y lo complica bastante más.
Además de generar jugadores, también habéis producido talento en los banquillos en los últimos años con varios entrenadores jóvenes. ¿Cómo ha afectado la pandemia a estos? Porque siempre tendemos a hablar de jugadores…
Nosotros pensábamos que este año tendríamos problemas de jugadores y entrenadores. Sin embargo, nos hemos visto agradablemente sorprendidos porque no hemos tenido inconvenientes en ninguno de los dos aspectos. Mientras que en otros clubes ha habido problemas con jugadores que se quedaban colgados, en nuestro caso hemos tenido suerte y llegadas de jugadores en ese tipo de situaciones. Yo creo que este es el año en el que más equipos tenemos de la historia del club, con veinticuatro, ni más ni menos. Es una complicación en cuestión de horarios e instalaciones y hemos tenido que reducir el tiempo de entrenamiento, incluyendo una tercera sesión con el equipo inmediatamente superior para que pueda haber más calidad en el trabajo.
¿Qué tal habéis llevado la gestión de los entrenamientos durante la pandemia y la obligación del uso de mascarilla? ¿Os ha costado?
Al final los niños quieren entrenar, igual que sus padres quieren que lo hagan. La gente tiene ganas de hacer deporte, estar con los amigos en un ambiente distinto al colegio, de poderse relacionar un poco… No estamos teniendo grandes problemas en ese aspecto, la verdad. El año pasado los criterios y las normas cambiaron ocho o nueve veces, y en ese momento era un riesgo tanto para entrenadores como para familias. Cada semana teníamos que ponernos al día y comunicarlo a nuestros entrenadores… La gente ha seguido las normas, y un ejemplo es el equipo senior: cuando terminó la Liga Femenina, Gracia Alonso de Armiño estuvo entrenando con nosotros en mitad de su fase de preparación del 3×3 con la selección absoluta, y todos tomamos la decisión de entrenar con mascarilla, sobre todo para protegerla. Nadie puso ningún inconveniente.
Precisamente con la referencia de Gracia presentamos la siguiente cuestión, ya que otra jugadora del CB Santutxu ha vuelto a debutar en la élite. Miriam Cuesta, canterana rojilla, participó el otro día con Ibaizabal de un choque liguero merced a la vinculación que mantenéis ambos clubes…
Con Ibaizabal siempre hemos mantenido una excelente relación, pero nos ha sido más fácil incluso porque después del cambio de entrenadores que se produjo entró Nahi Monge, entrenador de la casa, como asistente de Julen Berrocal. Las conversaciones han sido mucho más fluidas, y como consecuencia nuestro equipo senior está vinculado al Ibaizabal de Liga Femenina 2. Además de Miriam, Naiara también está entrenando con ellas. Para nosotros es un salto importante y una gran ilusión ver cómo jugadoras nuestras pueden dar el salto a entrenar con un equipo semiprofesional como Ibaizabal y que todo el trabajo que hemos hecho con ellas cobra sentido. Yo entrené a Gracia cuando empezó a jugar a baloncesto y hablaba con ella que la ilusión de todo el que comienza a jugar es llegar arriba… Que una jugadora tuya sea capaz de llegar a la élite es significativo porque ves cumplido el sueño que hemos tenido todos.