La selección bizkaina femenina cerró el Campeonato de Euskadi y Nafarroa celebrado en Bergara levantando un nuevo trofeo, imponiéndose a Gipuzkoa en un partido en el que supo sufrir, controlar el rebote y encontrar su momento para decidir y tener siempre la iniciativa. La victoria por 66 a 72 le permite revalidar el título infantil.
FINALA NESKAK : GIPUZKOA 66 – BIZKAIA 72
Absolutamente pareja estuvo la semifinal femenina. Arreones cortos de unas y otras las mandaba a las bizkainas y a las gipuzkoanas momentáneamente por delante en el luminoso. Primero Bizkaia pasando y cortando, luego Gipuzkoa con su presión y leyendo bien las superioridades (18-14, min.10), después volvieron a comandar las bizkainas con juego colaborativo y balones recuperados; y pese al rehacerse de las azulonas, de nuevo Bizkaia consiguió llegar al intermedio con ventaja en el luminoso gracias a la verticalidad de Lexuri Kamiruaga y las manos rápidas de Paule García. Al descanso, 32-37.
Tras el paso por vestuarios, la buena puesta en escena de Bizkaia con verticalidad y trabajo coral se tradujo en un parcial de 0-5. Además, el control del rebote de las bizkainas -especialmente importante ante el potencial interior de las gipuzkoanas-, las permitió seguir siendo sólidas y mantener rentas alrededor de la decena (32-42 / 36-45). Gipuzkoa se mantenía a base de tiros libres porque las bizkainas se habían metido en bonus en 3 minutos. Y así siguió transcurriendo el tercer parcial, Gipuzkoa en la línea de tiros libres y Bizkaia intercalando buenas acciones con precipitación. Al último tramo se llegaría con 47-54 en el luminoso.
Bizkaia tenía el partido en sus manos, triangulando, encontrando el tiro liberado y el balón largo a la carrera incesante de Arrate Mayora. Así se firmaba el 49-61. Gipuzkoa no bajaría los brazos pero el triple de Paule García ponía más de cara la final para las rojillas. Las gipuzkoanas aprovecharían el desgaste de Bizkaia para correr y reajustar el choque, 61-64. En ese momento, triple de Garazi Zamora providencial y Mayora en la pintura volvían a enfriar los ánimos celestes y ponían la final y el título en manos de Bizkaia.












