[box]El Zornotza ha disputado este martes en Larrea el encuentro de ida de la semifinal y serie definitiva para acceder a la LEB Oro. 80 minutos separaban al Zornotza de subir un peldaño más en la pirámide baloncestística estatal, ahora sabemos que está a 13 puntos, tras el 63-75, y que ya sólo restan 40 minutos. El rival, el Barça B, un equipo que quedó primero en la Liga Regular en el Grupo Este y que cedió en la final de Copa ante Iraurgi y también en la eliminatoria directa por el ascenso ante el conjunto azpeitiarra. Tras la disputa de los primeros 40 minutos sólo queda claro que el Zornotza tendrá que mejorar sus prestaciones ofensivas y sus porcentajes de tiro si quiere darle la vuelta a la eliminatoria y conseguir el +13 que le daría el billete a la LEB Oro. Pero no será fácil porque los catalanes han demostrado tener su capacidad atlética como factor desequilibrante.[/box]
Ésta es por la segunda oportunidad de los azulgranas para ascender y a fe que no quieren desaprovecharla. El arranque así lo demostraba, 0-7 de inicio y 4-14 a algo menos de 6 minutos jugados. Y es que el potencial físico del equipo catalán con jugadores jóvenes con una gran capacidad atlética marcó la pauta desde los primeros compases. El pívot zornotzarra Orlov no podía con Badji y fue la entrada de Cabrera y Estalayo la que dinamitó inicialmente el duelo. Los triples del escolta bizkaino fueron el revulsivo para encontrar el camino del aro y junto al triple sobre la bocina de Mendia dejar el 18-19 al final del primer cuarto.
Y la buena inercia zornotzarra, con un gran trabajo defensivo es lo que permitió a empatar la contienda a 24. Pero justo en ese momento el Barça empezó a anotar demasiado fácil, encadenado 3 acciones que obligaban al tiempo muerto de Mikel Garitaonandia (27-30 con el reloj a 5’50” para el descanso). Con el triple de Sainz de la Maza contestó el Zornotza y después se aferró a lo que generaban las penetraciones de García. En los siguientes minutos ‘Garita’ puso a tres pequeños en pista: Carrera, Robinson y García, y funcionó sobre todo con el base jugando bloqueos directos centrales. Pero como los azulgranas hacían pagar caro la desviación de las normas defensivas propuestas por el técnico durangarra, no había margen para abrir brecha. Al descanso, 39-39.
Y atasco en la general. La vuelta al choque fue un recital de quiero y no puedo por parte de los dos equipos y en especial del Zornotza. El balance en 6 minutos fue de 2-7 y ni en primera, ni en segunda, ni en tercera instancia eran capaces de anotar los zornotzarras pese a realizar buenos tiros y contar con varios rebotes ofensivos, pero es ahí donde hacía daño la envergadura del filial azulgrana. Afortunadamente, como el compromiso defensivo no era negociable y el Barça también pasaba apuros para anotar, la diferencia no se fue muy allá. La máxima, el 43-50 (min.27). Había que manejar otras ecuaciones así que el técnico local llamó a filas a los suyos. Orlov y Mendia volvieron a pista junto a Estalayo y el ‘small ball’ volvió a ser el recurso. Pero no estaba centrado el equipo de Amorebieta-Etxano, la técnica al entrenador bizkaino aumentó el margen y para afrontar el último tramo el 47-55 no era positivo, pero las sensaciones tampoco.
Las sensaciones que se transmitían se tradujeron poco a poco en el marcador, 49-61 tras una lucha titánica para que el balón atravesara el aro y ahora con el Barça crecido y jugando con el viento a favor no hubo manera de recortar. Pero no había que desfallecer porque era importante cada punto que se pudiera limar. Y ahí pusieron el foco los de Larrea para no desconectar pese al buen momento azulgrana. Al final, 63-75. Difícl, pero no imposible.