El coach durangarra lleva el mando de un conjunto que, en la actualidad, está de dulce. Dos victorias suman ya en el inicio en EBA de un Tabi recién ascendido que derrocha ilusión. Berrocal, además de entrenar al equipo EBA, se encarga de un equipo infantil y trabaja en el emblemático colegio Jesuitak de profesor, su trabajo y vocación. Aunque quiere seguir disfrutando y presumiendo con orgullo de llevar a cabo su hobby, el baloncesto, en su casa, en el banquillo de Landako.
Cuéntanos el proceso o la llamada en la que se te propone llevar el equipo representativo en categoría masculina del Tabirako.
Tras la etapa en Zornotza, se me propuso volver a mi club de toda la vida, al Tabirako. La dirección deportiva me eligió para llevar el primer equipo del club de mi vida y que es mi casa, así que fue un momento de alegría, sin duda. Es cierto que me pilló a contrapié, pero siendo mi club, en mi casa, con mi gente… creo que no podía decir que no porque todo eran pros. Era mi sueño poder llevar el equipo del pueblo y después de hablar con mis ayudantes presentamos el proyecto deportivo, al club le gustó, y aquí estamos (risas). Asís, el director deportivo, fue el que se puso en contacto conmigo. Se trata de un orgullo para mí tremendo poder dirigir al equipo en EBA también.
¿Con qué te quedas de la etapa de ayudante en Zornotza?
Tuve la oportunidad de estar con Mikel Garita un año en Zornotza. Estuve muy a gusto con él, con Fernando Hernández, con la directiva, club y jugadores. Aprendí un montón aunque estuvimos en EBA a pesar de que lo que era esperado era LEB Plata. Cuando estaba en Amorebieta, recibí la llamada del colegio Jesuitak para trabajar allí en mi oficio, y se me hacía complicado poder compaginar mi trabajo con esa labor. Después de todo ello llegó la llamada de Tabi.
El año pasado comienza en una Primera Nacional muy competida en la que os quedáis cerca del objetivo…
Fue un año muy bueno. Introdujimos varias modificaciones en cuanto al trabajo semanal y creo que jugadores y club lo aceptaron perfectamente. Nos acogieron muy bien, y eso hizo que todo fuese más fácil. El polideportivo de Landako se llenaba cada fin de semana y deportivamente nos quedamos muy cerca del objetivo.
¿Cómo fue esa Final Four en Azpeitia? ¿Qué recuerdos albergas?
Nos ganó Tecnun en las semifinales tras llevarnos nosotros los dos partidos de liga. Creo que era el equipo que más daño podía hacernos; ellos eran un equipo veterano, con gente de mucho oficio, mientras que nosotros, más jóvenes, no podíamos ofrecer ese tipo de cualidades y nos castigaron esos aspectos del juego. Competimos hasta el final pero el triunfo fue finalmente para ellos.
Y se os da la oportunidad en verano de subir a la Liga EBA.
Los jugadores y cuerpo técnico teníamos claro que en caso de ascenso deportivo queríamos jugar en EBA. No pudo ser, pero cuando se da la opción no tuvimos ninguna duda. A la postre, las instituciones, los patrocinadores y el propio club sumaron y se hizo posible. Como somos muy ‘echados para adelante’, la plantilla quería asumir el reto y a todos nos apetecía.
¿Qué cambios organizativos y deportivos principales han sucedido en club y equipo con motivo del ascenso?
Primero y antes de nada, en el aspecto deportivo hemos cambiado muy poco con respecto al año pasado. La plantilla solo tiene un par de retoques, y lo que hemos cambiado fundamentalmente es el esquema de los días de entrenamiento y todo el trabajo que conlleva implícitamente el reto de jugar en la Liga EBA. Los ayudantes se han comprometido muchísimo, y ahora mismo cada uno desempeña su papel a la perfección.
Háblanos de tu plantilla, ya que a pesar de ascender solo habéis realizado dos incorporaciones, Imanol Orue Mazaga y Miguel Zamora…
Perdimos a Txaber Gorritxategi y a Paul Rodríguez, dos bajas sensibles que aportaban mucho deportiva y anímicamente al equipo con energía, defensa y tiro exterior, pero hemos añadido a dos jugadores con gran experiencia y que nos están ayudando mucho. Contactamos con Zamora porque venía a estudiar un máster a Bilbao y ahora mismo estamos contentísimos con su implicación en el grupo y su trabajo. Se trata de un jugador con acierto exterior y muy bueno defensivamente, ya que aprovecha su envergadura y es bueno en situaciones de 1c1 y bloqueo directo. Imanol es un gran pívot, gran pasador y jugador de pick and roll y con capacidad para rebotear. La verdad es que ambos aportan a la ‘filosofía Tabirako’, que es la idea que seguimos, de defender y correr.
¿En qué se basa esa ‘filosofía Tabi’?
Voy a pronunciar una frase histórica del club para definirla: “juego alegre y por bandas”. Esa es nuestra idea y por eso mantenemos el bloque del año pasado, y faltaría más, ya que los méritos de los jugadores del año pasado fueron increíbles. Todo lo que fuese continuidad era primordial. Tenemos muy claro que el equipo tiene que defender y ser agresivo, generando desde la defensa, y queremos que el equipo domine a campo abierto y no renuncie, en ocasiones, al juego anárquico que a veces te hace cometer errores. Queremos que los jóvenes se equivoquen y crezcan tomando muchas decisiones.
Sabemos que también llevas las riendas de un infantil en Jesuitak…
La verdad es que tengo una suerte tremenda. Estoy muy contento y muy feliz con mi trabajo en la actualidad, y después de acabar mi trabajo solo tengo que bajar unas escaleras para llegar a la cancha. Tengo a Mirari y a Gorane, jugadoras del senior nacional femenino, como ayudantes en el infantil, y eso me facilita mucho la labor porque me ayudan y nos cubrimos.
¿Cómo encarasteis la pretemporada y la Euskal Kopa?
Para nosotros era fundamental ver que en los partidos de la Euskal Kopa se podía competir contra fuertes rivales que después íbamos a tratar de ganar en liga. Fue bien, y de hecho fuimos incluso capaces de sacar victorias que reforzaron nuestra idea e hicieron ver al equipo que íbamos a estar ahí. La final four la jugamos a un nivel muy alto y ahora estamos fuertes mentalmente.
2 victorias en el inicio de la EBA…
Si te digo la verdad, no lo esperábamos para nada. Sabemos de dónde venimos, quiénes somos… Pero hemos hecho una pretemporada muy buena, incluso llegando a disputar la Final a 4 de la Euskal Kopa, que para nosotros era realmente impensable. Ahora mismo estamos en una gran dinámica. Los dos primeros partidos fueron duros, porque perdimos, pero competimos durante todo el encuentro en ambos casos. Piélagos nos ganó en casa y después teníamos controlado el encuentro en Valladolid y nos sacaron del campo en la segunda mitad. Las dos victorias que hemos cosechado son realmente una gran inyección de moral para seguir creciendo.
Os llevasteis la victoria en el derbi del Mikel Trueba…
Teníamos claro que para nosotros sumar una victoria era importantísimo, también porque de esa manera agrandábamos la distancia, entre otros, con Santurtzi. Lo tomamos como un partido más a nivel preparatorio, aunque es evidente que el derbi era muy bonito para nosotros. Afrontamos el partido con naturalidad y salió todo bien. No nos volvimos nada locos aunque sí preparamos varios detalles.
El capital humano de tu staff llama poderosamente la atención. ¿Qué te aportan?
Tengo la suerte de tener a un staff al que le estoy muy agradecido. Para mí son amigos, pero son gente muy válida que trabajan muy bien. Nunca me pasan la mano por la espalda y siempre están con el sentido crítico, siempre constructivo, encendido. Obviamente me dicen lo que les gusta, pero también están pendientes de las cosas que no les gustan. Me hacen reflexionar mucho y cada uno tiene su parcela. Hace poco, por motivos laborales, tuvo que dejar el staff Peru Gorritxategi, pero gracias a la labor de todos sacamos el trabajo adelante.
¿Cuáles son los objetivos del equipo de EBA del Tabirako esta campaña?
El objetivo es hacer bien el trabajo y competir cada partido. Ahora mismo estamos muy bien y no renunciamos a nada. No nos planteamos ningún objetivo más allá de la salvación y de pelear cada partido. Aunque descendamos, si hemos trabajado bien, estaremos satisfechos si hemos trabajado hasta donde lleguemos. Trabajar, trabajar y trabajar y siempre el lema ‘cholista’ de partido a partido y entrenamiento a entrenamiento.
¿Qué va a ser del Julen Berrocal del futuro?
Tengo claro que mi trabajo es el de profesor y que es mi vocación. Me lo ha preguntado mucha gente, a ver si tengo opciones u objetivos de llegar más alto. Ahora mismo estoy con el Tabirako y en Liga EBA, pero me lo tomo como un hobby, porque yo soy profesor. Quiero seguir disfrutando del hobby mucho tiempo y de esta manera.