(FOTO: Bilbao Basket) Desde que la cantera del Fundación Bilbao Basket echase a andar allá por finales de junio del pasado año, un nombre ha sobresalido en la lista de responsables de que el proyecto haya salido adelante. No es otro que el de Mikel Torre, actual entrenador del equipo junior del Bilbao Basket y exentrenador ayudante durante 4 temporadas en la liga ACB. Muchos recuerdos y experiencias de los que Mikel se queda con lo bueno aunque no le agrade en exceso contemplar el pasado. Ahora, en la previa de la Final a 4 para firmar el billete a la A1 que se disputa en La Casilla, hablamos con un bilbaíno que este año se está divirtiendo mucho.
¿Qué expectativas hay en cuanto al choque con Urgatzi?
La idea del cruce es intentar aplicar todo lo trabajado durante la primera fase. Este tiempo nos ha permitido entrenar un volumen muy importante y queremos poner en práctica todo lo trabajado. Esperemos ver un partido competido y que caiga de nuestro lado.
¿Es una ventaja jugar en La Casilla?
Creo que a todo bilbaíno o vizcaíno le gustaría jugar en La Casilla. La historia que le avala es increíble y creo que a todo jugador y entrenador le gusta jugar ahí. Espero que todo el que se acerque lo disfrute, y además tenemos la posibilidad de disputar tanto la F4 junior como la cadete en la misma instalación.
¿Conoces a los equipos de la otra semifinal?
Son dos equipos, La Salle y Mondragón, que había podido ver jugar en directo. Creo que será una semifinal muy reñida que dependerá mucho del inicio del partido. Auguro un final muy ajustado y no me atrevo a dilucidar un favorito.
¿Qué tal la temporada hasta ahora?
Creo que ha sido muy positiva. A pesar de jugar competición territorial, creo que al final hemos podido planificar un calendario de temporada que nos ha permitido medirnos a equipos seniors de categoría nacional en amistosos y nos ha posibilitado mantener un ritmo competitivo importante además del mismo de los propios entrenamientos que estamos realizando semanalmente.
¿Qué objetivos hay con el junior?
Ni con el equipo cadete ni con el junior nos hemos marcado unos objetivos predeterminados a nivel colectivo. Lo que sí tienen cada uno de los jugadores son unos objetivos individuales marcados por nosotros, tanto técnicos como tácticos y físicos y psicológicos. Queremos dar importancia a la mejora individualizada de cada jugador dentro de nuestro proyecto de cantera.
¿Cómo ha sido el cambio de aires del año pasado a este?
Pasar de entrenar jugadores de élite o de máximo nivel a jugadores jóvenes supone un cambio enorme. Tanto en el día a día como en la técnica del entrenamiento. En lo que no ha habido ningún cambio y veo imprescindible es el esfuerzo y la autoexigencia que tenemos para intentar ser mejores entrenadores y ser mejores personas. Esa es la filosofía que queremos transmitir a los jugadores y la que queremos integrar en nuestro proyecto a nivel general.
En lo que sí hay un cambio notorio es en los objetivos. Mientras que un equipo de élite entrena para ganar, un equipo de formación debe entrenar para formar mejores jugadores y mejores personas. En este sentido, puedo decir que me estoy divirtiendo y me lo estoy pasando como un enano, porque son los jugadores jóvenes son agradecidos y además se puede observar la mejora en un plazo muy corto de tiempo. Esto me produce alegría y felicidad…
¿Lo echas de menos?
No soy una persona a la que le guste fijarse en el pasado. Pero sí que es cierto que han sido unos años inolvidables y guardo experiencias, anécdotas y recuerdos imborrables. Me quedo con las personas que he conocido. Jugadores, que he tenido la suerte de coincidir con muy buenos dentro y fuera del campo, y con otros no tan buenos, como en todos los trabajos. Y con el staff, entrenadores con los que he compartido muchísimo tiempo y horas de trabajo, muchos enfados e ilusiones… Me quedo con lo bueno de cada una de esas pequeñas cosas y ahora estamos muy ilusionados con este nuevo proyecto que día a día va a ir a más.
¿Cómo ves al primer equipo este año?
La verdad es que le veo bien. Creo que lleva una línea muy buena, a pesar de los últimos resultados que verdaderamente no han sido muy buenos. No obstante, creo que la labor del cuerpo técnico dirigido por Alex está siendo buena. Se trata de un equipo conformado desde 0, y siempre cuesta engrasarlo y ponerlo a funcionar entre todos. Sobre todo, la LEB Oro es una liga de máximo nivel, donde cuesta muchísimo ganar y es una liga en la que los entrenadores se atreven a hacer variaciones tácticas diferentes que no se ven frecuentemente en ACB. Este tipo de coyunturas siempre complican los partidos a los jugadores que no conocen la liga, que tienen que descubrir a los otros jugadores que llevan muchos años… En general, la línea de trabajo es buena y estoy convencido de que los resultados acabarán saliendo.
Iñigo Núñez