La segunda jornada de la Fase Final Cadete Masculina despejó tan sólo una incógnita, que el Tabirako y Unamuno se repartirán en la última jornada en duelo directo el campeonato y el subcampeonato. La Salle batalló en un partido equilibradísimo a los durangarras y Loiola plantó cara de manera espectacular a Unamuno.
LA SALLE 67 – TABIRAKO 73
Era partido importante para unos y otros. El Tabirako sabía que si ganaba se jugaría ‘la final’ el domingo ante Unamuno, y La Salle quería forzar sus opciones de subcampeonato. Precisamente los de Deusto tomaron la primera ventaja, 8-2 en 3 minutos. El Tabirako comenzó a carburar, el base Peio Arriarán tiró de los suyos para igualar la contienda a 15 al final del primer acto.
Era un partido intenso, de idas y venidas, de posesiones cortas, nadie contemporizaba. La Salle anotaba de tres, primero Gómez, luego Lizarralde y finalmente Pernía rompían los esquemas cafeteros. En el otro bando Unai Jorge encaraba el aro muy vertical y seimpre sacaba o falta o canasta. La balanza, compensada, 35-35.
Parecía imposible que nadie abriera brecha. El Tabirako con Tellitu, La Salle con Ballesteros, cada conjunto tenía sus armas y de nuevo, 51-51 en el marcador al final del tercer periodo.
La primera brecha a tener en cuenta llegó en el último cuarto. Cuando a base de correr, Jorge, Aranzabal y Lekue encadenaron un parcial de 0-6. El partido estaba loco. Posesiones cortas, penetraciones, muchas, demasiadas erradas, cuando lo más difícil ya se había hecho. Adrián Yáñez subía líneas, Peru Gorritxategi alternaba individual y zona 1-3-1. Pero ese +6 obtenido por los de Durango es el que decidiría, porque en el intercambio de canastas con dos triples incluido de Ballesteros el Tabirako salía ganando.
UNAMUNO 58 – LOIOLA 52
La primera canasta del partido fue de Aritz Gutiez, en concreto un triple que valía para adelantar a los rojillos. Habían pasado 2 minutos y el 2-3 no le gustaba nada a Imanol Adán, pero más que el resultado, lo que le preocupaba al técnico de Unamuno era la actitud de los suyos. No necesitó pizarra en ese tiempo muerto para corregirles.
Pero el Loiola estaba en partido y ya no dejaría de estarlo tan fácilmente. Con respeto, pero sin miedo,el equipo rojillo se midió a sus vecinos y a los 6 minutos y medio el 8-11 incomodaba a Unamuno. Los banquillos se movían. Los técnicos movían pieza. Saínz de Baranda buscando mantener la intensidad y el ritmo y Adán buscando soluciones, a alguien que estuvieran metido en partido delante y atrás. El triple de Nahuel sobre la bocina para el 11-11 fue un pequeño punto de inflexión para Unamuno pero el equilibrio era patente y el primer asalto finalizó 15-16. Fue por dentro, finalizando cerca del aro, bien con hombres interiores como Medina o con penetraciones, como Unamuno logró hacerse con un pequeño margen, que no fue mayor porque Loiola estuvo muy centrado, jugando con criterio y manteniéndose en partido con grandes minutos de David Sainz cerca del aro. Eso sí el pívot de Loiola se carga de faltas, tres para el descanso con 30-26 en el marcador.
En la vuelta al partido el choque se desarrolló marcado por la falta de efectividad. Mixta del Loiola sobre Betolaza y el choque no podría estar más ajustado 35-34. Nadie rompía el partido. David Sainz lo ajustaba aún más, 41-40. Anotar era complicado y en el último período se espesó el ataque de Loiola, mucho, demasiado, ni Pérez ni Najarro eran capaces de desatascar la situación. Además, el triple de Ezquerro se salió y los que sí sumaron 3 pntos fueron los de Unamuno tras acción de 2+1 de Carmona. En el otro lado triple de Gutiez y 45-44 oprque ahora Loiola planteó una zona 2-3 que creó problemas en los de Imanol Adán.
El partido era un cara o cruz. Con 51-50 providencial triple de Mena para poner a los suyos 54-50. Las dudas que quedaban las resolvió Medina en la pintura.
Triunfo final para Unamuno que se jugará el título ante el Tabirako. Magnífica labor la del Loiola que buscará ante La Salle sumar la primera victoria de la Fase tras acariciarla en las dos jornadas previas.